La relación entre la reina Sofía y su hermana, la princesa Irene de Grecia, más conocida como la “tía Pecu”, ha sido siempre cercana y llena de complicidad. Ahora, con la reciente pérdida de Constantino de Grecia, la reina emérita se encuentra más unida que nunca a su única hermana viva. Para la emérita, Irene no es solo una hermana, sino también una figura materna para sus tres hijos, Elena, Cristina y Felipe, además de un pilar fundamental en su vida.
La historia de Irene en Zarzuela se remonta a cincuenta años atrás, cuando llegó solo por unos días y terminó quedándose permanentemente. Aunque nunca encontró un marido adecuado, su presencia en la residencia real se convirtió en algo esencial. Siempre ha estado ahí para Sofía y su familia, brindando apoyo y amor incondicional. Incluso durante los momentos más difíciles, como cuando la reina descubrió las infidelidades de Juan Carlos, Irene fue su roca, su confidente y su defensora.
Preocupación en el Palacio por la salud de la princesa Irene
Sin embargo, ahora es Irene quien necesita apoyo. Se rumorea que la princesa está luchando contra el Alzheimer, una enfermedad cruel que amenaza con arrebatarle los recuerdos que ha acumulado a lo largo de su vida. A pesar de los desmentidos oficiales, es evidente que Irene ha experimentado un deterioro cognitivo significativo en los últimos meses, lo cual ha generado preocupación en el Palacio y ha sumido a la reina Sofía en una profunda inquietud.
Por este motivo, en los últimos meses se ha avistado a la princesa Irene en al menos cuatro ocasiones. Asistió al cumpleaños de la infanta Elena, al concierto de Navidad en el Teatro CaixaBank Príncipe Pío de Madrid, así como a las misas en honor a Constantino de Grecia en su país natal y en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, Inglaterra. En todo momento, la reina Sofía permanece a su lado y se muestra reacia a dejarla sola en Zarzuela.
La partida hacia Grecia: ¿Un nuevo capítulo en la vida de la reina Sofía y la tía Pecu?
A medida que transcurre el tiempo, los rumores sobre el próximo capítulo en la vida de la reina Sofía se multiplican. Se murmura que está contemplando la posibilidad de establecer su residencia de manera permanente en Grecia, su tierra natal, en respuesta a los deseos fervientes de su hermana, quien anhela dejar atrás Zarzuela lo más pronto posible. Es por esto que, a sus 85 años, la reina emérita ha manifestado en varias ocasiones su anhelo de pasar sus últimos días en el país que la vio nacer, y de que sus cenizas reposen en las aguas del mar Egeo. Por otro lado, se comenta que Irene aspira a ser sepultada en el camposanto donde reposan los restos de sus padres, los reyes Pablo I y Federica de Hannover, y su hermano, Constantino.
Este anhelo podría materializarse pronto, ya que con el transcurso del tiempo, la presencia de la reina Sofía en la Casa Real ha perdido relevancia, sobre todo con la reciente mayoría de edad de la princesa Leonor y su juramento a la Constitución el pasado mes de octubre. Así, el futuro de Sofía parece dirigirla de vuelta a sus raíces en Grecia, donde espera encontrar paz y descanso después de una vida dedicada al servicio de su país y su familia.