La situación en la Zarzuela está generando crecientes tensiones familiares, y la figura de la reina Sofía parece cada vez más relegada y marginada en el núcleo central de la familia real. Su papel ha pasado a ser casi testimonial, con una voz y voto prácticamente inexistentes. Este deterioro se ha hecho más evidente este verano, un período que se anticipaba como una etapa feliz para la madre del rey Felipe VI.
Durante años, Sofía ha experimentado diversas decepciones familiares, pero este verano se esperaba un encuentro multitudinario en Marivent, con la presencia de los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía, las infantas Elena y Cristina con sus respectivos hijos, e incluso se contempló la posibilidad de que el rey emérito Juan Carlos I se uniera a la reunión. Sin embargo, los reyes vetaron la presencia en Marivent de cualquier otro miembro de la familia que no fuera Sofía y su hermana Irene durante su estancia en Mallorca.
La reina Sofía atraviesa su peor momento en la monarquía
Este veto afectó profundamente a Sofía. Hasta hace poco, cuando estaba en Marivent, era común verla disfrutando de sus actividades favoritas, como ir de compras por Mallorca, adquiriendo joyas y ropa. No obstante, durante el pasado verano, apenas abandonó el palacio mallorquín, y su regreso a Madrid no ha mejorado la situación.
La crisis existencial de la reina Sofía se ha manifestado de manera más notoria en eventos públicos, como los Premios Princesa de Asturias. La periodista Pilar Eyre describió escenas que reflejan el difícil momento que atraviesa la emérita, mencionando una expresión de tristeza y agobio durante el evento. "No sé si la cogieron en un mal momento, pero tenía una cara de tristeza, de agobio, de no querer estar ahí. La pincharon en un momento y no la volvieron a enfocar en todo el rato porque yo creo que realmente no estaba bien", afirmó Eyre.
La tía Pecu señala a la reina Letizia como responsable del mal momento de Sofía
Esta situación preocupa profundamente a sus tres hijos: el rey Felipe VI y las infantas Cristina y Elena. Sin embargo, quien parece conocer mejor el estado de Sofía es su hermana Irene, apodada coloquialmente como ‘tía Pecu’ por su peculiar personalidad. Irene acusa a la reina Letizia de ser la responsable del deterioro anímico de Sofía, citando motivos como la limitación de sus visitas a Leonor y Sofía, la restricción para ver a los nietos juntos en Marivent, y su supuesto papel en la ruptura de Felipe con los borbones, lo que habría alejado a las infantas de la familia real y obligado a abdicar a Juan Carlos I.