2023 probablemente sea uno de los peores años en la vida de la reina Sofía. La reina emérita es una de las personas más queridas de la realeza española y no es para menos, pero desde que inició este año ha estado recibiendo golpe tras golpe de manera ininterrumpida. Empezando desde la pérdida de su hermano Constantino de Grecia, seguido de dos momentos muy marcados donde la emérita se ha tragado los feos de su nuera de forma indiscriminada.
También vale la pena mencionar las vacaciones de Marivent. Se supo que presuntamente Sofía de Grecia estuvo un mes ordenando y organizando todo para que las vacaciones fueran perfectas. Toda la familia iba a estar y ella finalmente cumpliría su meta de verlos a todos juntos, pero el resultado final fue que los reyes llegaron la primera semana de las vacaciones y Letizia se adueñó totalmente de Marivent, y no permitió la entrada a nadie más, acabando de lleno con las intenciones de la emérita.
Eventos frustrados y una hermana de la que cuidar
Ahora hay que hablar de lo más reciente. La reina Sofía celebró su cumpleaños dos días después de la jura de su nieta Leonor de Borbón, pero su celebración se vio opacada por lo que dijo su propio hijo: “Zarzuela no es un hotel”. Cualquier plan que ella hubiera hecho que involucrase hospedar a sus hijas o nietos estaba directamente anulado.
Como no puede ser de otra forma, Letizia estaría involucrada en esta decisión y además habría desencadenado la molestia de la emérita con una de sus nietas, Victoria Federica, quien no se presentó en su cumpleaños (tampoco en el de Leonor de Borbón) y esto habría afectado a la emérita de sobremanera, pero al final Froilán se habría encargado de que su abuela hablase con su nieta a través de una videollamada.
Lamentablemente para la emérita, este no es el último de sus problemas, y es que desde hace unos meses nos enteramos de que su hermana, Irene de Grecia, o la tía “Pecu” como la llaman, está sufriendo una enfermedad degenerativa cómo lo es el Alzheimer que requiere de buena parte de la atención de su hermana, quien la cuida siempre que está disponible pero además genera una nueva preocupación a la emérita, y esto es su propio estado mental.
Una enfermedad sin cura, Sofía de Grecia alterada
Lamentablemente para la tía “Pecu” y la emérita, una enfermedad degenerativa no es curable, aunque es solo controlable hasta cierto punto. Sin embargo, por esto la reina Sofía tiene que estar al pendiente de su hermana, pero esto le recuerda que en cualquier momento ella podría empezar a sufrir la misma enfermedad o una similar. Para cualquier persona la pérdida de los sentidos o pérdida de los recuerdos conforme avanza la edad es algo aterrador, es por esto que Sofía de Grecia debe tener mucho cuidado con su estado de salud, y muy seguramente los golpes emocionales que recibe constantemente no le están ayudando.