Hay problemas familiares que parecen simplemente irresolubles. Siempre se puede intentar dialogar para apaciguar las cosas, mantener la calma o hacer un esfuerzo para mediar la situación que se presente en el momento, pero a veces simplemente parece imposible.
Hay familias con problemas que perduran quizá no solo en el tiempo sino entre generaciones, problemas entre hermanos que heredan sus hijos o cosas por el estilo, problemas que se ven muy difíciles de hablar para salir de ellos, y luego está el caso extremo de diferencias familiares como la de Letizia y Telma Ortiz.
Telma Ortiz no quiere ver a Letizia
La reina consorte y su hermana no pueden verse sin empezar a pelear, se han dicho de todo
Todo este problema entre Letizia y Telma Ortiz empezó a raíz de Jaime del Burgo, y es que tanto el ex esposo de Telma Ortiz así como la consorte Letizia estaban jugando a dos bandas. Mientras que el abogado estaba casado con su esposa se seguía viendo con Letizia a escondidas de todos, mientras que evidentemente la consorte ya estaba casada con Felipe VI desde hace años, por lo que el rey y Telma Ortiz se quedaron con los cuernos de por vida.
Telma Ortiz no quiere ver a Letizia
Incluso se dice que el matrimonio de Jaime del Burgo con la hermana de Letizia habría sido parte de su plan para tener una excusa y mantenerse cerca de la corona. De esta forma se podría encontrar más con la consorte sin que fuera tan sospechoso, pero como ya sabemos todo terminó por salir a la voz de boca del propio ex amante de la consorte, lo cual hizo estallar no sólo un escándalo internacional, sino un conflicto familiar de proporciones inimaginables.
Cuando Telma Ortiz se enteró de lo que había hecho su hermana a sus espaldas, la ruptura de la relación fue inmediata. No quería saber nada de Letizia y los motivos estaban más que justificados, pero esto no evitó que se volvieran a encontrar posteriormente con muy malos resultados.
Peleas entre Letizia y Telma Ortiz, todo se vale entre las hermanas
Queda claro que la tensión que hay entre las hermanas no puede crecer más porque ambas ya llegaron al punto crítico. Ya han peleado múltiples veces y cada vez que se encuentran dejan bastante claro lo poco probable que se ha vuelto resolver este problema de forma pacífica.
Como un ejemplo, la última vez que se supo que se encontraron las tuvieron que separar porque no se alejaban la una de la otra, peleaban mientras se gritaban todo tipo de insultos sin parar ni por un instante. Si bien Paloma Rocasolano e incluso Jesús Ortiz han hecho lo posible para que sus hijas se reconcilien, no parece una herida que el tiempo o el diálogo sean capaces de curar, o al menos no de momento.
Desconocemos si las hermanas se volverán a encontrar en algún momento, pero lo que sí está claro es que al menos de momento lo más sano para ambas es que hagan sus vidas separadas sin interactuar entre sí.