Tamara Falcó e Íñigo Onieva alimentaron la crónica social del país durante los últimos meses. Su relación y posterior enlace matrimonial se convirtió en el tema preferido de la prensa del corazón durante mucho tiempo. Tras la terrible infidelidad que los separó durante varias semanas, parecía que lo suyo no estaba destinado a llegar a más. Aparte de la deslealtad del novio, los días previos a la boda se convirtieron en un mal sueño. Pero tras tantas dificultades y escándalos, consiguieron decir “sí, acepto”. Y esta historia que parece desafiarlo todo, se vuelve a encontrar en una encrucijada, pues la hija de Isabel Preysler tiene una dinámica matrimonial desaconsejada.
Contra todo pronóstico, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se casaron. A la ‘boda del año’, le siguió la ‘luna de miel del año’. Visitaron Sudáfrica, Polinesia y París. En la época estival disfrutaron de unos días en Sotogrande (Cádiz). No solo la boda estuvo enmarcada en una sesión fotográfica profesional, la luna de miel también se preparó para mostrar el ángulo ideal de la pareja y sus destinos inmejorables. Posiblemente, convencieron al público con sus gestos románticos, el lenguaje corporal bien estudiado y los detalles más afinados. Parecían los elementos perfectos para el final de cuento de hadas.
Se enfocaron tanto en hacer parecer que estaban viviendo un romance fuera de este mundo, que se esperaba un regreso a Madrid con toda la actitud. No obstante, eso no pasó, Isabel Preysler reveló que su hija continúa viviendo en su propiedad. La primera etapa, aquella donde los recién casados son tan inseparables, empezó distante. A esto hay que añadirle otra información, no están solos en ningún momento.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva no tienen intimidad
Antes de pasar por el altar, Tamara e Íñigo dejaron claro que querían ser padres muy pronto. Por eso, la empresaria se sometió a un tratamiento de fertilidad que la ayudaría a lograr este cometido rápidamente. Sin embargo, estos planes no funcionarán hasta que puedan tener un mínimo de privacidad. Hace poco quedó patente que no gozan de tiempo a solas, ya que viven en casa de la reina de corazones y se van de viaje con la familia. Una de sus últimas escapadas fue a Roma, acompañados de la madre y los hermanos del ingeniero, Carolina Molas, Alejandra y Jaime Onieva.
No tardó en ser discutido, en especial por Alfons Arús en su programa matutino de La Sexta, Aruseros. “Viven en casa de mami y cuando salen de fin de semana van con los suegros, pero ¿aquí cuándo hay intimidad para encargar todo lo que hay que encargar?”, comentó con estupefacción. El comunicador bromeó diciendo que, en efecto, debería existir un tiempo a solas y es que “Tami no se concentra”.
Cada vez cobra más sentido el relato de la amante agente de policía de Onieva. Según informó Voces Críticas, la desconocida dejó caer que el empresario se sinceró con ella en cuanto a su relación con la marquesa. “Yo no le preguntaba por Tamara, pero él me hablaba mucho de ella. Me dijo que no le ponía nada en la cama”, apuntó.
¿Podría ser que el matrimonio de Tamara Falcó e Íñigo Onieva es muy moderno y no lo entendemos aún? El tiempo tiene esta gran respuesta.