Desde que Juan Carlos I fue exiliado a Abu Dabi, su relación con la emérita Sofía es muy distante, más si cabe, los dos siguen siendo marido y mujer legalmente hablando pero ya desde antes vivían y dormían por su cuenta, en camas separadas, muestra de una llama apagada que realmente nunca existió. El matrimonio de los eméritos siempre fue una formalidad, un intento de dar una buena imagen a la corona, y uno que realmente no tuvo éxito.
Cuando el padre de Felipe VI volvió a Sanxenxo, aún con todo su trágico historial, la reina emérita quería verlo una vez más, quería reencontrarse con el que se considera su esposo, pero es una reunión que se le prohibió a la madre de Felipe VI desde Zarzuela, por lo que dicho encuentro realmente no ha acontecido.
Sofía de Grecia sigue en pie después de haber pasado mil y una con Juan Carlos I
No es secreto para nadie la enorme cantidad de amantes que ha tenido Juan Carlos I a lo largo de su vida, pero sin lugar a dudas uno de los casos más particulares y probablemente el más mediático, sea el de Bárbara Rey, aquella que aún se recuerda hasta el día de hoy, y que curiosamente, pese a las amenazas de venganza de la emérita Sofía con todas y cada una de las amantes de su esposo, particularmente con Bárbara Rey ha tenido una postura más, amable, al menos de cara hacia afuera, y así lo asegura la amante en cuestión.
Según se cuenta, el descubrimiento de la relación fue bastante abrupto, Sofía de Grecia habría tenido su cara a cara con Bárbara Rey cuando esta estaba sobre la cama del matrimonio, la intención de la entonces reina era darle una sorpresa a Juan Carlos I, pero por azares del destino, al querer sorprender, terminó llevándose una sorpresa inmensa, lo cual causa incredulidad a lo que aseguraba Bárbara Rey a Risto Mejide, pero lo que dice la amante de Juan Carlos I parece ser legítimo.
Sofía de Grecia habría mantenido con ella conversaciones de lo más casuales y ordinarias, preguntaba por su familia, sus hijos, y por ella misma, cosa que para Bárbara Rey viniendo de la esposa de su amante era perfectamente normal, una situación que perduró años, como ella misma dijo: “La reina Sofía era encantadora conmigo”.
Bárbara Rey se queja de no poder contar libremente su historia
La amante del emérito nunca se ha escondido, pero cuando estaba bajo silencio y otros se encargaban de desvelar sus intimidades con Juan Carlos I, ella tomó la decisión de hacerlo de la manera “correcta”, bajo su propia voz y protagonismo, curiosamente, recibió fuertes críticas, lo cual ella cuestionó, pues ya se conocía su relación con el rey y ella solo quería dejar claro que lo que se contaba era mayormente cierto.
Sin embargo, lo que sigue siendo un misterio incluso fuera de la comprensión de Bárbara Rey, es el merecer un buen trato de parte de Sofía de Grecia. Para ella, como ya se ha dicho, es normal, pero haciendo un balance de sus antecedentes y además, teniendo en cuenta su presunto primer encuentro, resulta muy curiosa la reacción de la emérita.