Con el paso de los años se ha descubierto que Felipe VI no se parece en nada a su padre. Ni en su manera de reinar, ni en su carácter, gustos o aficiones. Lo único que parece unirlos es su vocación por España. El hijo del rey emérito, de acuerdo con las personas que tiene a su alrededor, es inteligente, amable y posee capacidades sorprendentes. Pero hay un gran secreto, algo que pocos saben sobre el hombre que hay detrás de la jefatura de Estado. Lo cierto es que se posiciona como un auténtico Masterchef. ¿El rey cocina? Te contamos todo.
Felipe VI es como cualquier otro mortal, aunque cueste creerlo. También tiene un trabajo, responsabilidades, obligaciones, pasatiempos, se ocupa de su familia y más. Cuando no tiene la corona puesta, el rey se dedica a cualquiera de sus hobbies y a su familia. Ya sabemos que le gusta la astronomía, la naturaleza, los perros, los autos, hacer esquí, la vela, la música, el fútbol y el cine. A lo largo de su vida, se han conocido otras aficiones como su bodega de vino secreta. Pero lo que muy pocas personas en el mundo saben es que el rey de España ama cocinar.
La pasión de Felipe VI por la cocina
Se podría suponer cualquier cosa de un rey, excepto que sea un cocinero consumado. El hijo de Sofía de Grecia, ciertamente, es una caja de sorpresas. No ha querido compartir demasiados aspectos de su vida privada, mucho menos que sabe cocinar y le apasiona todo lo relacionado con la gastronomía. De acuerdo con El Español, este talento culinario lo empezó a desarrollar cuando fue enviado a campamentos de verano. Inició en 1979, en el Monasterio de Lluc, en Mallorca. Tan solo bastó una temporada en esos campamentos para que el joven príncipe de aquel entonces consiguiera aprender algunas recetas.
A medida que fue creciendo, el amor por la cocina se profundizó. Durante su último curso escolar en el Lakefield College School, en Canadá, no dudó en ponerse el delantal. De hecho, hacía la compra y preparaba las recetas que le gustaban. Esta costumbre siguió incluso cuando estudiaba para obtener el máster de Relaciones Internacionales de la Universidad de Georgetown en Estados Unidos. Sobre todo, le salía muy bien la tortilla de patatas y los guisos.
Hoy en día sigue cocinando, a pesar de que no es tan constante como antes. En ocasiones, sirve la comida para su esposa e hijas. Al vivir en el palacio, quien se ocupa de su alimentación es el chef de la familia, Antonio Paredes. Ha sido el primer chef civil de la familia real, puesto que anteriormente la cocina estaba liderada por chefs militares. A Felipe y Letizia le gustó tanto su sazón, que decidieron proponerle ser su chef a tiempo completo. Eso sí, el menú de la familia real es muy estricto. A menudo compuesto por sopas, ensaladas, frutas y toda clase de comestibles saludables.
¿Quién hubiera pensado que Felipe VI haría algo tan mundano como cocinar su propia comida?