Carolina de Mónaco ha sido aclamada como una de las royals más bellas de su generación. En su juventud, capturó la atención de toda la alta sociedad, siendo objeto del interés de prominentes hombres, incluyendo al entonces príncipe Carlos, actual rey de Inglaterra, quien consideró seriamente pedirle matrimonio. Sin embargo, la princesa Carolina no compartía ese interés, ya que pronto se casó con Philippe Junot, que era 17 años mayor que ella.
Desafortunadamente, este matrimonio no tuvo un final feliz, ya que Junot la engañó con otra mujer. No obstante, este desenlace no marcó el fin de las relaciones amorosas de Carolina de Mónaco. Tras su divorcio, volvió a entrar en la esfera real como una mujer soltera y fue entonces cuando se encontró con un miembro de la familia Kennedy.
Para nadie es un secreto que los Kennedy son considerados una suerte de realeza en Estados Unidos, una familia altamente respetada en el país. Por eso, no resulta para nada sorprendente que Carolina se haya involucrado sentimentalmente con un sobrino de John F. Kennedy, el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, recordado por sus significativas contribuciones a la política estadounidense y por su polémica relación con Marilyn Monroe.
Carolina de Mónaco y Bobby Shriver: rumores y encuentros en los 80
En los inicios de los años 80, comenzaron a circular rumores sobre la posible relación entre la princesa Carolina de Mónaco y Bobby Shriver, sobrino de John F. Kennedy. Esta unión generaba expectativas dada la prominencia de ambos en sus respectivas esferas sociales, aunque nunca se esclareció si su conexión se limitaba a una amistad o si había algo más entre ellos. Carolina siempre mostró una gran exigencia al escoger a sus parejas, y Bobby Shriver parecía encajar en ese perfil. Hijo de Eunice Kennedy y Sargent Shriver, este último conocido por su papel como embajador de Estados Unidos en Francia, formaba parte de una familia reconocida por su influencia en la política y el servicio público.
Fue en 1981 cuando salieron a la luz imágenes de los encuentros en Nueva York entre Carolina de Mónaco y el sobrino de John Fitzgerald Kennedy. Más allá de ser captados mientras paseaban por la Gran Manzana, la heredera de los Grimaldi y el sobrino de JFK se unieron para el estreno de "Superman II" en el National Theatre de Nueva York el 3 de junio de 1981. En la celebración posterior al evento, las cámaras capturaron a Carolina compartiendo mesa con Bobby y su padre, Sargent Shriver, fallecido en 2011.
El potencial de un romance: la fusión entre la realeza y los Kennedy
Aunque nunca se confirmó un romance entre Carolina de Mónaco y Bobby Shriver, de haberse consolidado, habría entrelazado dos dinastías de gran calibre en la historia contemporánea. Por un lado, la realeza europea, representada en un pequeño principado, elevado por la llegada de la estrella de Hollywood Grace Kelly. Por otro lado, la aristocracia política y lo más similar a una familia real en Estados Unidos, los Kennedy. La fusión de estas dos estirpes habría sido un cruce fascinante entre la elegancia europea y el impacto político estadounidense.