Una de las reina más queridas de Europa es Sofía de Grecia, no cabe duda en eso. La ahora emérita de España siempre ha recibido la solidaridad de personas de todas partes del mundo. La esposa de Juan Carlos I ha tenido una vida que muchos consideran triste, siempre la han dejado de lado, y cuando llegó el momento de formalizar su relación con el padre de Felipe VI recibió el dudoso honor de ser conocida como “la reina cornuda”. Las amantes del emérito se cuentan por miles y aunque Sofía de Grecia era perfectamente consciente de esto, tampoco pudo hacer nada para pararlo.
Sofía de Grecia, rechazada por todos
Durante toda su vida la emérita ha sido conocida como una mujer de familia, alguien que valora la unión por encima de cualquier otra circunstancia, y esto es notable en sus acciones. Para ejemplos no tenemos que ir más lejos que a las vacaciones en Marivent de este verano, donde a contracorriente hizo lo posible por juntar a toda la familia, pero las cosas no salieron como esperaba pues Letizia le estropeó todo.
Es también gracias a Letizia que la reina emérita ha quedado cada vez más alejada de sus responsabilidades en Zarzuela, ya que cosas como la dieta diaria pasaron a manos de la reina consorte. Esto es solo uno de muchos ejemplos en los cuales Letizia ha relegado a Sofía de Grecia a un tercer plano, si cabe, cosa por la cual su suegra se la tiene jurada, y no solo a Letizia, sino a su madre Paloma Rocasolano.
La suegra de Felipe VI ha “usurpado” progresivamente el lugar que, según Sofía de Grecia, le corresponde, y no suena tan descabellado si tenemos en cuenta los años en los cuales la madre de Letizia cuidó a Leonor y Sofía de Borbón. Durante aquellos años la abuela de las infantas aún trabajaba, y aunque Sofía de Grecia estaba lista y dispuesta para ayudar con sus nietas en cualquier momento, se le pidió no visitarlas, y así ha sido desde entonces. Los feos hacia la emérita son constantes y dejan ver a leguas que las cosas entre ella y su yerna no han estado bien, pero tampoco con Paloma Rocasolano, de quien sentiría fuertes y preocupantes celos a causa de su privilegiada tarea.
Hasta de vacaciones la emérita queda por fuera de los planes
Sofía de Grecia no tiene un descanso ni durante las vacaciones. Después de lo ocurrido en Marivent, días durante los cuales solo estuvieron en Marivent los reyes y sus hijas, todos los demás quedaron vetados del lugar hasta que los antes mencionados terminaran con sus días allí, y todo para irse en un super yate a sus vacaciones privadas, en las cuales, por cierto, tampoco estaba incluída Sofía de Grecia, pero sí Paloma Rocasolano. Todo esto sumado a las exigencias de Letizia respecto a Marivent seguro hicieron hervir la sangre de la emérita hasta el límite. Esta no es una situación que vaya a cambiar al parecer, así que Sofía de Grecia tendrá que conformarse con, como mucho, ver a su hijo Felipe VI de vez en cuando.