La vida de Sofía de Grecia probablemente sea de las que más empatía pueda llegar a generar de parte de la población promedio. Hablamos de una mujer muy querida que durante toda su vida ha sido dejada de lado en numerosas ocasiones. Antes de Juan Carlos I la emérita quería casarse con el verdadero amor de su vida, Harald de Noruega, pero este nunca la vio de esa forma y la terminó cambiando por otra mujer. De cierto modo esto se pudo ver como una humillación de parte de Harald de Noruega, pero sea cual sea el caso esto llevó a Sofía de Grecia a casarse con Juan Carlos I, quien tampoco le daría la mejor vida.
La emérita se casó por obligación, un matrimonio en el cual la prioridad era buscar un heredero, lo intentaron varias veces pero primero nació la infanta Elena y luego la infanta Cristina como ya sabemos, y cuando nació Felipe VI las cosas realmente no fueron a mejor para la emérita, sino que fue el inicio de las infidelidades de su esposo a gran escala.
Sofía de Grecia y Juan Carlos I tuvieron su momento, pero tomó mucho tiempo
Muy probablemente las infidelidades del emérito venían desde antes, pues ya conocemos el enorme líbido de la que siempre ha presumido y de no ser porque estaba buscando un heredero habría invertido todos sus esfuerzos en buscar mujeres de todas partes con las cuales saciar su apetito. Esto fue muy doloroso para la reina Sofía, pero no se movió de su lugar.
Si algo se le puede conceder a la esposa de Juan Carlos I es que desde sus inicios ha sido una reina excepcional, un comportamiento de manual y cuyo profesionalismo no ha dejado de lado en ningún momento. Está aquella vez en la que se fugó a la India con sus hijos, pero terminó regresando y manteniendo su posición durante los años siguientes.
Lo que quedaba claro es que en ese matrimonio no había amor, ¿o sí?, y es que si nos basamos en cierto objeto que llevaba la reina Sofía, podríamos encontrar cosas interesantes. Nos referimos a su anillo de compromiso, el cual regaló Juan Carlos I a Sofía de Grecia durante el año 1961, un anillo que dejó de usar cuando se hizo eco de las infidelidades, y parte del motivo por el que se pensaba que su relación estaba rota.
Sofía de Grecia volvió a usar el anillo en 2019
Se generó mucha expectativa cuando vimos a la reina emérita usar el anillo durante el año 2019, parece que algo había cambiado entre ella y su esposo, los medios han tomado este objeto como alguna especie de “termómetro de la relación”, donde el que la reina Sofía lo esté usando significa que van por buen camino, y es que durante ese año se pudo ver a los eméritos más unidos que en el pasado. La emérita acompañaba a su esposos a todos los eventos y dejaba demostrado una vez más por qué era una reina excepcional, pero después de 11 meses fuimos testigos de que la reina emérita nuevamente dejó de utilizar su anillo.