"La curiosidad mató al gato" es un dicho extremadamente popular, cuyo significado realmente lo que menos involucra es un felino, pues su finalidad es dar a entender que por nuestra curiosidad podemos llegar a ver o descubrir cosas que realmente preferiríamos no conocer. Es casi una ley de vida el experimentar esto al menos una vez en nuestro ciclo vital, y sin lugar a dudas la reina Sofía de Grecia lo ha verificado de primera mano, o al menos eso nos cuenta la historia.
Cuando se trata de Borbones lo más común para muchos podría ser leer la información acompañada del nombre “Pilar Eyre” en alguna parte, sin embargo, esta vez no es el caso y no por eso la información debería tomarse a menos, pues viene de manos de Jaime Peñafiel, otro experto en lo que respecta a la vida de la casa real así como obviamente, muchas ocurrencias curiosas de su historia.
Sofía de Grecia, obsesionada con “querer verla”
El periodista especialista puede presumir de algo que pocos son capaces de afirmar. Mantuvo una amistad muy estrecha con los eméritos y esto desemboca en una cantidad de anécdotas de las cuales más de una ha hecho temblar de cólera a Juan Carlos I. En este caso le ha tocado a su esposa, y aunque no se trata de algo que desvele un lado “malvado” o criticable de la emérita, fácilmente podemos catalogarlo de “curioso” lo que nos cuenta Jaime Peñafiel.
Se remonta varias décadas en el pasado, hasta el año 1989, más precisamente el mes de febrero. Durante esta época el periodista comenta que era usual de Sofía de Grecia pasar sus mañanas leyendo las noticias con la radio de fondo, y hubo un día en particular que involucraba noticias relacionadas con Marta Chávarri, muy amiga de Juan Carlos I y por quien, según el periodista, Sofía de Grecia sentía “una gran simpatía“, y que por algún motivo estaba siendo mencionada y referenciada en una buena cantidad de medios.
El origen del escándalo provenía de la edición de aquel momento de la revista Interviú, la cual ofrecía una visión particular de la amiga de la reina, una similar a la que sufrió en su momento Lady Di cuando lucía un vestido tan ajustado que ni siquiera llevaba bragas para que no se marcaran. Marta Chávarri estaba siendo expuesta y esto al parecer despertó una inmensa curiosidad en la reina. Según se conoce no es un rasgo extraño en ella, pero es curioso pensar que hasta Sofía de Grecia se deja llevar mucho por la curiosidad.
La emérita insistió en que se le enseñara la revista
La madre de Felipe VI estaba determinada a ver aquello, así que sin esperar más llamó al jefe de la casa real, Sabino Fernández Campo, y le exigió un ejemplar de la susodicha revista. Sin embargo, el emérito y el ya mencionado jefe habrían determinado que lo mejor sería que la reina no viera semejante material, pero, aún así no pasaron 5 minutos para que Sofía de Grecia insistiera que se le llevara la revista, por lo que nos quedaría en constancia que fue testigo del “secreto” de Marta Chávarri.