El acercamiento de Letizia a la casa real, su matrimonio con Felipe VI y su posterior ascenso a la corona en carácter de reina consorte fue lo que algunos considerarán a día de hoy una de las piedras angulares de la situación actual de la corona. No hay duda de que ahora en 2024 la relación de los reyes ha alcanzado lo que parece ser el calificativo de insostenible, pues Felipe VI y Letizia ya no se soportan y algunos auguran su separación más que nunca, pero son muchas las cosas que han vivido para llegar a esto.
Letizia todavía tiene sus fieles en Zarzuela, pero sus inicios con Felipe VI fueron difíciles en cuanto a que la aceptaran en la casa real. El recibimiento de parte de Juan Carlos I y Sofía de Grecia fue negativo al instante, especialmente por parte del emérito quien organizó una investigación exhaustiva sobre la pareja de su hijo para saber todo lo que pudiera sobre “esa periodista”. Lo que concluyeron las investigaciones no fue de su agrado y desde ahí la enemistad de Letizia y el emérito ha sido legendaria.
Aceptar a Letizia y su familia conllevó sacrificios, tuvieron que estudiar
Uno de los mayores conflictos entre los Borbón y los Ortiz Rocasolano fue la diferencia de clases, los royals no estaban para nada acostumbrados a los comportamientos ni modales de la familia de Letizia, especialmente Sofía de Grecia tuvo muchos problemas para tragar a Paloma Rocasolano. Quedó claro desde un principio que la madre de la consorte no tenía ningún tipo de conocimiento sobre etiqueta, no conocía la función de los cubiertos de diferentes tamaños, se llenaba la copa hasta el tope y comía sin ningún tipo de pudor en la mesa, algo que le ganó el desagrado inmediato de la madre del rey, quien probablemente sea la persona más tradicional y reglamentaria de toda la casa real.
Esta situación no podía mantenerse así, no solo por los familiares de la consorte sino por la propia Letizia, quien tuvo que recibir estudios al igual que su familia si pensaban en intentar integrarse a la familia real, algo que sabemos fue un proceso bastante caótico en el sentido de que los Borbón nunca terminaron de llevarse bien con Letizia, y mucho menos con su familia. El que la consorte empezara a integrar a su madre a sus actividades y le permitiera disfrutar de las facilidades de Zarzuela como una Borbón más fue algo que nadie de la familia del rey vio con buenos ojos.
Fue el mismo desagrado de Sofía de Grecia por la falta de modales de la familia de Letizia que fue esta misma la que pagó por un profesor para empezar a educar en diferentes campos a Letizia y su familia, algo que en el caso de la consorte ayudó mucho a que mantuviera un papel de reina aceptable de cara al público, pero que poco le ayuda en todo el escándalo que debe enfrentar a día de hoy.