Para la reina Sofía el matrimonio no ha sido fácil. Es imposible saber con exactitud todo lo que pasó entre ellos, pues los muros de Zarzuela fueron los únicos testigos del aspecto más privado de su relación con Juan Carlos I. Sin embargo, se ha ido conociendo en los últimos años que a ella le tocó vivir humillaciones, desplantes y faltas de respeto por parte de su esposo. El rey emérito vivió numerosas relaciones extramatrimoniales, en gran medida, públicas. Y ahora se sabe que entre ellos no hubo relaciones sexuales después de tener a Felipe VI.
Casarse debería ser un acto de amor que perdure con los años. El vínculo entre dos personas se vuelve tan estrecho, que la vida los conduce al matrimonio. Estar juntos para toda la vida debe ser motivo de felicidad, no de infelicidad o por obligación. En el caso de la reina Sofía y Juan Carlos I no sucedió. Dieron el “sí, acepto” en su juventud y supieron mantener el rol durante un tiempo. Internamente, no existía amor, aunque ella estaba ilusionada con la idea del matrimonio. Una fuerza formidable en esta unión fue su madre. Tras varios años, tuvieron a Felipe VI y ahí terminó todo.
La relación de cama de la reina Sofía y Juan Carlos I finalizó con Felipe VI
Son muchos los periodistas y comunicadores que se dedican a desvelar hechos increíbles de los Jefes de Estado y sus familias. Tal y como lo hizo Pilar Eyre en su libro Yo, el Rey. Uno de los episodios más destacados es el de la vida sexual del emérito, sobre todo, por el gran descubrimiento en cuanto a su esposa. La periodista narró que durante los años que vivieron juntos, los reyes no pudieron construir un amor significativo. Ni siquiera hubo atracción o tensión sexual entre los dos.
Al casarse solo tenían un objetivo que supieron cumplir con el tiempo. Su deber era asegurar la continuación de la monarquía, sólo mantenían relaciones íntimas para tener descendencia. Especialmente, se requería un niño que pudiera llevar la corona del rey de España. Ya se sabe cómo va la historia, nacieron las infantas Elena y Cristina. Después del nacimiento de la segunda hija, pasaron 2 años y unos meses para concebir al heredero al trono. Cuando nació Felipe VI dejaron de tener relaciones sexuales, habían logrado el cometido. En este período de tiempo, específicamente en 1967, los eméritos dejaron de conocerse íntimamente.
El protocolo siguió como estaba previsto, no había marcha atrás. Su matrimonio debía durar toda la vida. En su vida de pareja se escondían verdades incómodas, como que el monarca estaba enamorado de otras mujeres. Tenía que verse a escondidas con ellas para evitar el escándalo en la prensa. No obstante, quisieron divorciarse y se lo impidieron. Por motivos políticos y causas estratégicas, tuvieron que mantener las apariencias durante muchos años.
Juan Carlos I y la reina Sofía no estaban enamorados, pero hoy en día parecen ser amigos. Por su parte, Felipe VI tendrá que seguir este ejemplo y permanecer casado.