Entre los problemas que pueblan a Zarzuela y la realeza en general, muchos son los que involucran conflictos entre distintos familiares, generalmente los reyes en contra de alguien más, o incluso entre ellos, pero parece ser que por una vez Felipe VI y sus dos hermanas, las infantas Elena y Cristina, han llegado a un acuerdo, y es que les preocupa la situación que está viviendo su madre: Sofía de Grecia.
La emérita aún vive en Zarzuela junto a la tía “Pecu”, pero esta última ha empezado a sufrir de Alzheimer, lo que ha ido acabando progresivamente con su mente, por lo que la reina emérita ha tenido que hacer lo posible por contrarrestarla y brindarle la mejor atención médica, pero ahora es ella la que empieza a mostrar los primeros síntomas de algo que puede llegar a ser muy preocupante para sus hijos.
La edad y los momentos difíciles afectan cada vez más a Sofía de Grecia
Así como su hermana, la emérita ha empezado a tener pérdidas de memoria, algo que para cualquiera puede ser normal hasta cierto punto, pero que a su edad se convierte en un detalle incluso preocupante. La edad no perdona a nadie y la reina Sofía no es una excepción. No solo se ha visto tocada por la edad y la sintomatología que está demostrando Irene de Grecia, sino por todo lo que le ha pasado este último año, considerando que ha tenido que aguantar los rechazos de su familia y los feos atronadores de la reina consorte, quien le frustró dos de sus mayores planes, primero durante el verano y luego en su cumpleaños.
La meta de la madre de Felipe VI es la que se podría esperar de una reina enfocada en la familia, pues quiere reunirlos a todos y aprovecha cualquier momento para hacerlo, pero tanto en Marivent como en su fiesta de cumpleaños esto no salió como ella se esperaba. No pudo reunir a la familia y en su cumpleaños ni siquiera se le permitió que sus hijas pasaran la noche en Zarzuela, en realidad nadie podía pues como dijo Felipe VI: “Zarzuela no es un hotel”.
El rey y sus hermanas preocupados por su madre
Ahora que la emérita ha empezado a mostrar síntomas esperables de una edad tan avanzada, esto ha servido para que por una vez Felipe VI y sus hermanas se pongan de acuerdo en preocuparse por su madre. La situación no es para menos y tiene la misma gravedad que la de la tía “Pecu”. Hablamos de una enfermedad degenerativa que no se puede curar sino combatir, motivo por el que el rey y sus hermanas deberían juntar esfuerzos en velar por la salud de su madre.
Ahora que se acercan las fiestas navideñas, quizá sea un buen momento para darle un regalo a la reina Sofía, uniendo a la familia y dándole eso que ella lleva todo el año queriendo lograr.