Entre las madres de los reyes siempre ha existido una tensión invisible, Sofía de Grecia y Paloma Rocasolano se han convertido en opuestas pues una tiene todo lo que la otra envidia. Sofía de Grecia tuvo que quedarse de brazos cruzados mientras la madre de Letizia se encargó mayoritariamente de la crianza de Leonor y Sofía de Borbón, pues la emérita ni siquiera tenía autorización de ver a sus nietas.
Así como esta son muchas las situaciones a lo largo de los años que han beneficiado a la madre de Letizia por encima de la madre de Felipe VI, como cuando dejaron a Sofía de Grecia de lado en Marivent para irse con Paloma Rocasolano de vacaciones en el superyate que los reyes siempre alquilan para el verano, y aunque no involucra a Paloma Rocasolano, a la emérita ni siquiera la dejaron celebrar su cumpleaños como hubiera querido este 2023, pues Felipe VI no dejó a nadie pasar la noche en Zarzuela.
Sofía de Grecia nunca vio bien a Paloma Rocasolano, modales ausentes
Es visible que la emérita y la madre de Letizia están enemistadas por motivos bastante concretos, pero antes de todo esto ya se notaba cierta tensión entre las dos, motivos que vienen desde que se conocen, los cuales llevaron a que su relación empezara con un mal pie, como por ejemplo, la ausencia de modales de Paloma Rocasolanodesde el minuto 1 que ingresó en Zarzuela.
Fue controversial para la familia real cuando Paloma Rocasolano tuvo sus primeros encuentros con ellos, ya era complicado gestionar que Letizia estaba allí pues a los entonces reyes no les agradaba su persona y en su momento hicieron lo imposible para fracturar su relación con Felipe VI, pero sin éxito.
Volviendo a la madre de la consorte, llamó especialmente la atención de Sofía de Grecia en las primeras ocasiones que se citaron para eventos como comidas, donde la emérita se percató de ciertas acciones de Paloma Rocasolano que no iban de acuerdo a la educación y los modales que ellos manejaban, empezando por la forma en la que servía el vino. La madre de Letizia llenaba su copa hasta el tope como si fuera un vaso, cosa que no agradaba a la reina Sofía.
No suficiente con eso, Paloma Rocasolano desconocía el uso de los cubiertos. En la realeza y establecimientos de cierto estatus utilizan diferentes cubiertos para diferentes tipos de comida, y la madre de la consorte no conocía sobre esto. Para acabar, Paloma Rocasolano no sabía cómo comer el pan. Según la emérita Sofía, lo “adecuado” es tomar un trozo de pan para posteriormente comerlo. En principio puede parecer un detalle sin importancia pero para la familia real y en especial para la emérita sí que es importante, por lo que seguramente Letizia se haya encargado posteriormente de enseñarle a su madre los modales adecuados para evitar llamados de atención o comentarios innecesarios en eventos siguientes.