Para algunas personas, las tradiciones están para mantenerse, para preservarse y respetarse, para otras están para romperse, acabar con la repetición de una misma celebración y dar lugar a cosas nuevas. En la casa real, parece ser que la gran mayoría entraría en el primer grupo, para ejemplo tenemos la Misa de Domingo de Resurrección en Palma de Mallorca, la cual desde los años 90 fue una tradición instaurada por la familia real, pero de la cual parecen estar alejándose cada vez más, todos, menos Sofía de Grecia.
La tradicionalidad de la emérita y lo que se puede intuir respecto a su testamento
En la puerta de la catedral de Palma de Mallorca ya se había generado una imagen mental en base a todas las fotos que allí se han tomado, los reyes, el príncipe de Asturias y las infantas, todos en un ambiente que a día de hoy resultaría descabellado ver con todos los problemas que rodean a la familia real, los divorcios de las infantas, los rumores de divorcio entre Felipe VI y Letizia, y los problemas de esta última con toda la casa real, y la responsable en mayor o menor medida de su estado actual.
Entre todos estos problemas, solo queda una persona dispuesta a seguir con esta tradición, la madre del rey: Sofía de Grecia, quien es una mujer de tradiciones. Desde su punto de vista, son las tradiciones las que hacen a la realeza, y se niega rotundamente a dejar ir algunas cosas, como la ya mencionada misa, pero además podríamos añadir acá un elemento que no faltaba en ninguna de estas ceremonias, el collar de huevos de pascua que la reina recibió a modo de herencia y que es una de las piezas más reconocidas e identificables de su joyero.
Hasta donde se conoce, hablamos de una pieza no sólo valiosa económicamente sino también sentimentalmente rica para la emérita, quien con el paso del tiempo habría aumentado su valor añadiendo más huevos de pascua, sea por medios propios o por regalos, y lo que pasa por la cabeza de muchos, ya que a día de hoy no se ve tanto dicho collar, es cuál será su próximo destino. Se ha visto a las infantas usar dichos huevos de pascua en algunas ocasiones, por lo que se ha teorizado cómo terminarán dichas joyas distribuidas en el testamento de la esposa de Juan Carlos I, el cual habrá tenido cambios con la situación actual de la familia real.
Se esperaría que la emérita, al ser una mujer completamente dedicada a su familia y que se preocupa mucho por sus hijas y nietas, divida todos sus huevos de pascua entre las hermanas del rey, sus hijas y evidentemente las de Felipe VI, pero no parece haber una vacante para Letizia en dicho testamento. De igual forma, se teoriza que este tipo de joyas no son del agrado de la reina pues, ella junto a Felipe VI poseen una pieza similar a las de la emérita Sofía, y nunca se le ha visto utilizando dicha joya.