No es que sea precisamente ningún secreto que el matrimonio formado por la reina Sofía y Juan Carlos I no fue precisamente un matrimonio surgido del amor. Han sido varios los relatos que han apuntado como el propio Juan Carlos I aseguró antes de casarse a algunos de sus mejores amigos que lo hacía simplemente por el interés de la corona, no porque se hubiese enamorado locamente de la entonces princesa griega.
No deja de ser curioso que, de un matrimonio tan convulso como el de Juan Carlos I y Sofía hayan derivado también diferentes tipos de relaciones matrimoniales en lo que se refiere a sus hijos. En el caso de la infanta Elena, no es que sea ningún secreto que hace muchos años que está separada de su marido, Jaime de Marichalar, un proceso por el cual están ahora pasando la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
El único matrimonio que de momento sigue con buen pie dentro de la familia real es el de Felipe VI y Letizia, aunque no sean pocos los que dan por hecho que siguen estando juntos simplemente para mantener las apariencias y que, además, habría sido el propio Juan Carlos I que le había dicho a su hijo en muchas ocasiones que lo mejor que podría hacer sería divorciarse.
Jaime de Marichalar tenía muy claro cuál es el propósito de su matrimonio con la infanta Elena
En el caso de la infanta Elena, cuentan que en un primer momento fue precisamente la Reina Sofía la que vio con muy buenos ojos su relación con Jaime de Marichalar, un hombre que venía de buena familia, muy educado y de muy buenas maneras y que la entonces reina consideraba un marido más que ideal para su hija mayor.
Sin embargo, la opinión de Juan Carlos I no era precisamente la misma, entre otras cosas porque él entonces rey veía asu futuro yerno como un hombre con dobles intenciones. Algo que se acabó demostrando años después cuando, ya con dos hijos, Jaime no llevaba una vida precisamente muy tranquila, sino que solía trasnochar de forma más que habitual descuidando su relación y el cuidado de sus hijos, algo que acabó provocando el famoso cese temporal de la convivencia.
Si bien es cierto que Marichalar siempre se ha mostrado muy discreto en cuanto a sus declaraciones nunca ha sido un tipo especialmente polémico una vez salió de la casa real, cuentan que la reina Sofía sigue aún muy tocada por ver cómo les engañó durante muchos años.