María de las Mercedes será recordada por todos en Zarzuela como una mujer de valor, una mujer que estuvo a la altura de las dificultades para llevar hacia adelante a su familia, aunque también tuvo muchos problemas, y entre ellos, el alcohol. Esta famosa bebida formó parte de la vida de la madre de Juan Carlos I, algo que supuso un enorme problema para ella. Había días en los que no desayunaba sino que lo que hacía era tomar alcohol, y así hasta hacerse un ciclo interminable del que tuvo que hacerse cargo en parte la reina Sofía, ya que siempre estuvo para su suegra.
La reina emérita sentía tristeza y pena por lo que le sucedía a su suegra
Nadie puede negar que la reina Sofía es una persona de gran corazón; tiene su carácter, pero eso no le ha impedido ser una persona muy cercana a los suyos, y tal fue su caso con María de las Mercedes, quién estaba en Zarzuela pasándola mal después de la muerte del infante Alfonso, de 14 años, todo producto de un accidente con una pistola y Juan Carlos Iinvolucrado. Eso le marcó de por vida, y se puede saber por las grandes cantidades de alcohol que tomaba para olvidar su dolor, el dolor de una madre que había perdido a un hijo.
Sin embargo, Sofía de Grecia no podía quedarse sin más con los brazos cruzados viendo como María de las Mercedes sufría sin más a base de alcohol. Fue por eso que se convirtió en el mayor apoyo de la madre de Juan Carlos I, aunque la emérita no estuvo sola, ya que al mismo tiempo la ayudó su hermana, Irene de Grecia.
Entre las dos hicieron todo lo posible para ayudar a María de las Mercedes, y se dice que durante esta época su consumo de alcohol se redujo considerablemente, pero era indiscutible que Doña María ya tenía un destino sellado de por vida: ser adicta al alcohol. No había otra forma en la que pudiera vivir, y ella misma dijo esas palabras a su familia, aunque esto era un secreto de Zarzuela para adentro.
Nadie podía saber el estado en el que vivía la madre de Juan Carlos I
El accidente del infante Alfonso de Borbón le afectó mucho a su madre, todo el mundo sabía eso, pero en aquel entonces se intentó mantener en secreto que la misma había cogido una adicción muy grande a todo tipo de bebidas alcohólicas. Si eso se hubiera llegado a saber en aquel entonces, la imagen de la madre de Juan Carlos I habría quedado muy deteriorada, y Zarzuela no se lo podía permitir.
Sin embargo, los esfuerzos de la actual reina emérita no fueron para evitar que dicho secreto saliera a la luz, sino para intentar mejorar un poco la vida de doña María, la cual vivía en una profunda tristeza y soledad dentro de Zarzuela con una botella en la mano.