Desde hace ya casi una década que el emérito Juan Carlos I estuvo en la necesidad de abdicar en favor de su hijo Felipe VI, un movimiento casi obligado por motivos de causa mayor, pues conforme avanzaban los años el padre del actual rey se convertía en una figura cada vez más difícil de gestionar. Entre sus negocios turbios y su increíble amor por las mujeres se había labrado una reputación que no sería capaz de quitarse de encima ni siquiera utilizando todo su dinero, pero en el año 2014 se volvió insostenible que alguien así se mantuviera como rey. Mientras tanto, la reina Sofía no tenía mucho que aportar, pero estaba ahí.
La emérita siempre se ha mantenido en posición de víctima, una mujer que se casó con un hombre que realmente no amaba por necesidad y que durante todo su matrimonio ha tenido que limitarse a tener hijos y ver cómo su esposo se acostaba con cualquier mujer que se le cruzara, un panorama matrimonial bastante difícil y que seguro llevaría a cualquier a pensar en el divorcio, algo que sabemos nunca ocurrió… al menos no como tal.
Sofía de Grecia se beneficia de seguir casada con Juan Carlos I a día de hoy
Con los eméritos todo ha sido apariencias desde siempre, pero en el año 2020 las cosas cambiaron con el exilio de Juan Carlos I a Abu Dabi. Sofía de Grecia se quedó en Zarzuela donde sigue viviendo a día de hoy, y a pesar de los intentos del antiguo rey por regresar a España y al palacio real, no ha habido éxito de momento.
A pesar de todo esto siguen casados, pues juntos o no, no cambia la idea que han implantado al público ni los roles que mantienen aún a día de hoy. De puertas para afuera son un matrimonio normal y corriente pero que en realidad lleva años mantenido bajo contrato y no por amor, algo que a Juan Carlos I y a la corona le favorecía, y a Sofía de Grecia tampoco le venía mal.
Más allá de ser una reina de libreto, una amante del protocolo y probablemente la persona más conservadora de toda Zarzuela, Sofía de Grecia no vive del amor a las reglas. Ella como cualquier otro miembro de la familia real percibe un salario sustancioso que, si contamos del año 2015 en adelante, nunca ha sido inferior a los 100.000 euros, sino todo lo contrario. Cada año su salario se ajusta y recibe unos cuantos miles de euros más al año.
Tomando como referencia sus ingresos del año 2021, Sofía de Grecia recibió un total de 114.240 euros, y si sumamos sus ingresos de los últimos años desde que se “separó” de Juan Carlos I, el total excede el millón de euros, una cifra nada despreciable y que deja claro que, a pesar de que Sofía de Grecia es de las figuras más vulneradas de Zarzuela por su esposo, al menos recibe un buen salario por ello.