La Reina Sofía está viviendo momentos especialmente difíciles. Recientemente se ha difundido que su hermana, Irene de Grecia, está luchando contra el Alzheimer, una situación que la Casa Real ha intentado negar. No obstante, el deterioro cognitivo de Irene ha sido evidente en sus últimas apariciones públicas. La causa de su tristeza no se ha especificado, pero las lágrimas han sido una constante. En sus recientes asistencias a eventos, la esposa de Juan Carlos ha sido vista llorando, incapaz de contener el llanto y con su voz quebrada. La madre del Rey Felipe VI se percibe cada vez más envejecida y aislada, una realidad que parece haber marcado su vida. Ha priorizado su deber de reina sobre cualquier otro rol personal o familiar, manteniéndose en la esfera pública incluso después de la abdicación, en parte por su condición de figura victimizada.
La relación entre Letizia y Sofía, por otro lado, nunca ha sido cercana. La tensión entre ambas es palpable, sobre todo en eventos compartidos, donde la Reina actual hace evidente que el papel de Sofía se ha reducido considerablemente, sostenido únicamente por su vínculo con Felipe. De hecho, se le ha sugerido a Sofía considerar su retiro en un futuro cercano. Este año podría marcar su despedida, especialmente ahora que la Princesa Leonor ha asumido más responsabilidades constitucionales, un rol que también espera a la Infanta Sofía. En este contexto, la presencia de Sofía parece superflua, atrapada en un papel que no puede abandonar.
La reina Sofía vence a Letizia gracias a Jaime del Burgo
Este sentimiento de soledad y tristeza se profundiza por el deseo incumplido de reunir a su familia completa, algo que no sucede desde hace más de una década. A Sofía le gustaría ver a sus ocho nietos juntos, un anhelo frustrado por Letizia.
En respuesta a su situación marginal en Zarzuela y buscando distanciarse de Letizia, quien se ha convertido en su principal adversaria, Sofía ha optado por viajar. Reserva Madrid exclusivamente para compromisos oficiales, pasando la mayor parte de su tiempo entre Grecia, con su familia materna, y Londres, donde disfruta de la compañía de amigos cercanos y donde su hermano Constantino vivió hasta su fallecimiento. Estos viajes representan un escape de su realidad en España.
Las declaraciones de Jaime del Burgo han iniciado una campaña de desprestigio a Letizia con la que se ha conseguido que pierda su poder, de esta forrma los Borbón han conseguido revalidar su título, ahora más unidos que nunca y dejando a la reina sola. La reina Sofía consigue frenar las intenciones de su nuera.