Es más que cierto que en los últimos años no han sido precisamente pocos, sobre todo a raíz de los innumerables escándalos que ha protagonizado Juan Carlos I, los que han situado a la reina emérita Sofía como una de las grandes víctimas de la gran vida que ha tenido su marido.
Eso sí, si bien es cierto que evidentemente este papel de víctima le va más que bien a la madre de Felipe VI, tampoco son pocos los que aseguran que, más allá de que Sofía era plenamente conocedora de todas las aventuras extramatrimoniales de su marido, lo que ha hecho durante muchos años es aprovecharse de ello y, siguiendo con su papel del reino, un papel que siempre ha cumplido a la perfección, vivir una vida de grandes lujos y en la que, eso sí, sus exigencias no han sido pocas.
La reina Sofía no es querida en Zarzuela
La reina Sofía siempre ha sido muy exigente
No fue otra que PilarEyre, para las periodistas mejor informadas de lo que ocurre y ha ocurrido siempre en Zarzuela, la que definía en Lecturas el fuerte carácter de la reina emérito poniendo como ejemplo el hecho de que “es inflexible con el servicio, si ve que una prenda no está bien planchada, no dice nada, se limita a tirarla al suelo”.
Pero seguramente donde más se ha dejado ver ese papel de diva que siempre ha tenido la madre de Felipe VI ha sido cuando dormía fuera de casa con motivo de alguno de los muchísimos viajes internacionales que ha hecho de largo de su vida representando a la corona española.
La reina Sofía no es querida en Zarzuela
Es que parece ser que una de las exigencias de la reina es que, más allá de dormir siempre las mejores habitaciones de los mejores hoteles de las ciudades que visitaba, que su personal al cargo siempre realizará una limpieza profunda del lavabo e incluso después de que le entregaban las llaves de la habitación, evidenciando que, por mucho que se tratarán de hoteles muy top, la reina no quería hacer sus necesidades en un baño que no supiera a ciencia cierta que estaba limpio a su gusto.