Solo es necesario mencionar que en la casa real hay unos cuernos visibles desde toda Europa para saber que se habla de Sofía de Grecia. No es la única en su historia que haya sufrido las infidelidades de su esposo ni de lejos. Las reinas de España suelen tener este desafortunado destino, o terminan siendo como Letizia.
En cualquier caso, Sofía de Grecia es alguien a quien siempre se ha visto cómo la víctima y no la perpetradora. Una mujer fiel a sus creencias al igual que su hermana, así como apegada enormemente a su familia. No solo ha tenido que aguantar todas las infidelidades de Juan Carlos I, que no son pocas, sino que además ha tenido que tolerar que su yerna la aleje cada vez más de sus nietas, su hijo e intente que no se vea con el resto de su familia. Tanto el rey emérito como la reina consorte han influido indudablemente en la felicidad de Sofía de Grecia, sin embargo, ella no está exenta de polémicas.
Sofía tuvo que dejar a su "amigo" por descontento general de sus hijos
Durante su matrimonio la reina emérita no tuvo ni de lejos la misma cantidad de vivencias que su esposo, pues incontables fueron las veces que Juan Carlos I dejaba de lado a su esposa para colarse entre las sábanas con cualquier mujer que le llamara la atención en el momento. Sobra hablar de los pocos escrúpulos del padre de Felipe VI en este aspecto de su vida, y sin embargo, poco hizo su esposa al respecto.
El hombre con el que más se relacionó a Sofía de Grecia estuvo en su vida antes que su esposo. La reina Federica quería que su hija se casara con Harald de Noruega. Muchos rumores volaron en la época y los monarcas tuvieron sus momentos que daban a pensar que efectivamente, habría boda. Al final el noruego se casó con otra mujer y la emérita no tuvo de otra que juntarse con Juan Carlos I.
Una historia no confirmada pero que hizo mucho ruido no inició hasta mucho después entre la prácticamente soltera madre de Felipe VI y el viudo de la duquesa de Alba, Alfonso Diez, quien se había vuelto muy cercano con Sofía de Grecia "gracias" a su esposa.
El estado de salud de la duquesa de Alba era bastante preocupante, por este motivo la reina emérita se ponía en contacto con Alfonso Diez para, legítimamente preguntar por el estado de su señora. Estas llamadas habrían desencadenado algo muy distinto que estrecharía los vínculos entre ambos, un vínculo que presuntamente Sofía de Grecia se habría visto obligada a romper.
No solo fue influencia de Felipe VI, sino que las infantas Elena y Cristina también metieron mano, pues ninguno consentía que su madre fuera relacionada con Alfonso Diez y por tal presión sus encuentros acabaron. Para ejemplos tuvimos la boda del Duque de Huéscar y su esposa, Sofía Palazuelos, y aquí las dos figuras de interés (la reina Sofía y Alfonso Diez) estuvieron presentes pero ni siquiera se saludaron, a esto se puede añadir la declaración de la periodista Beatriz Cortázar, quien aseguró que su "amistad entrañable" había terminado.