La imagen de la reina Sofía siempre ha sido sinónimo de elegancia y de lealtad hacia la Corona. Su reinado junto al rey Juan Carlos fue una época de esplendor hasta que las controversias sacudieron los cimientos de la monarquía. Y es que, antes de la abdicación de Juan Carlos I, la reina Sofía tenía un papel crucial en la dirección de Zarzuela. Su presencia fue fundamental para mantener la estabilidad de la Casa Real, a pesar de las polémicas que envolvían al rey emérito. Su papel no se limitó al de una simple consorte; fue una figura activa en la vida pública, transmitiendo valores y enseñanzas al actual rey Felipe VI. Ahora bien, a pesar de los rumores de tensión entre la reina Sofía y la actual reina Letizia, parece que ambas comparten más similitudes de lo que se podría pensar. Una búsqueda constante de perfección y un carácter implacable son rasgos que parecen unir a estas dos reinas.
El lado implacable de la reina Sofía tras bastidores
Detrás de la imagen amable y apacible de Sofía de Grecia, se esconde una mujer de gran exigencia consigo misma y con los demás. Aunque su rigurosidad es conocida, no es ningún secreto que es una de las figuras más respetadas y apreciadas de la Casa Real. La emérita ha rodeado su entorno con asesores de confianza, que han contribuido a forjar su imagen pública positiva. Sin embargo, esta exigencia también se refleja en su trato con el personal de servicio y con sus asistentes. Quienes han trabajado en Zarzuela reconocen que lidiar con la supervisión y la rigurosidad de Sofía no es tarea sencilla.
A lo largo de los años, varios miembros del servicio de la reina Sofía han compartido detalles sobre su experiencia laboral. Se dice que la reina no tolera ninguna imperfección y espera un estándar impecable en todo momento. Pilar Eyre, en su columna para la revista ‘Lecturas’, revela detalles sobre su comportamiento. "La reina no se deja aconsejar y nunca protesta. Pero es inflexible con el servicio, si ve que una prenda no está bien planchada, no dice nada, se limita a tirarla al suelo". Un relato tan sorprendente como asombroso, considerando la amabilidad y el comportamiento ejemplar que ha mantenido en público y que rara vez ha dejado de lado. Sin embargo, hubo una excepción notable: su famoso desacuerdo con Letizia, en la salida de la Misa de Pascua en la Catedral de Mallorca en 2018.
Mirada que intimida: el poder oculto de Sofía
Sofía, quien ha mantenido su mismo peinado durante décadas, no tolera ningún error por parte de sus estilistas y su equipo de peluquería. Según Eyre, una de sus peluqueras reveló lo siguiente: "Si le dabas un tirón sin querer, no te decía nada, pero la mirada... buf, la mirada”. Incluso al recordarlo, la peluquera confiesa que la "mirada" de la reina aún le provoca un estremecimiento. Aunque la reina Sofía sea inflexible y rigurosa en su enfoque hacia el servicio y la perfección, su legado en la monarquía española es innegable. Desde su papel como consorte del Jefe de Estado hasta su compromiso con causas benéficas y sociales, la emérita ha demostrado ser una figura influyente en la vida pública de nuestro país.