Aún se sigue hablando del cumpleaños de Leonor de Borbón. El pasado 31 de octubre la hija mayor de los reyes cumplió la mayoría de edad y tuvo su evento respectivo frente al Congreso, donde siguió los pasos de su padre e hizo la respectiva juramentación que se llevaba esperando desde inicios de año, pero no todo lo que ocurrió ese día fueron formalidades.Había que celebrar el día especial de Leonor, y la reunión siguiente a la juramentación fue pensada para eso, a pesar de que el resultado fuera muy distinto a lo que esperaban demostrar.
Fue una celebración donde todos tenían cara de pocos amigos, había mucha expectativa por ser una reunión de la familia real que no se veía desde hace años. Siempre la intención había sido mantenerlos separados, no juntarlos, y el resultado es lo que se podría esperar de una familia con problemas recurrentes. La tensión se podía sentir en el ambiente y las miradas filosas no faltaron, pero hay algo que levantó asperezas entre todo el cúmulo de problemas que afrontan siempre los Borbón, y eso fue una pulsera.
Los diamantes que ofendieron a las hermanas del rey
La información viene de parte de Alessandro Lecquio, quien según ha podido averiguar en base a “lo que se habla en la familia real”, que una pulsera que llevó Letizia a la celebración no sentó bien a algunos invitados. Se trata de una pulsera de diamantes que se hizo a partir de una tiara que le obsequió Alfonso XIII a Victoria Eugenia de Battenberg. En realidad no es una sola pulsera, forma parte de las pulseras gemelas de Cartier, conocidas también como “joyas de pasar”.
Estas costosas y exclusivas joyas fueron designadas por Victoria Eugenia para el uso único de las reinas de España, y por este motivo las hemos visto en las muñecas de Sofía de Grecia y la actual reina Letizia, además vienen acompañadas de una importante simbología, y es que representan la legitimidad de las monarcas españolas, y es precisamente por esto que algunos familiares se habrían tomado muy mal el uso de este accesorio por parte de Letizia, especialmente las infantas Elena y Cristina.
Juan Carlos I y otros consideraron “poco delicado” el uso de la pulsera
El descontento se habría hecho notar, y siempre según Lequio, hasta el rey emérito habría encontrado desagradable el que la consorte hiciera uso de algo así en un evento tan importante para su hija, pues lo toman como “un subrayado improcedente” de la autoridad que Letizia ejerce desde que es reina.
La importancia institucional de la que presume Letizia es incuestionable, pero las críticas de los familiares de Felipe VI sugieren que la consorte pudo haber hecho una selección de prendas menos “ofensiva”, si se puede, para la situación en la que se presentó. Al final del día siempre hay algún motivo por el cual la familia real inicia una discusión, este solo es uno de muchos.