Las relaciones de aquellos que pertenecen a la familia real son a grandes rasgos, complicadas, no es algo muy difícil de deducir pues cada par de días surge algún nuevo problema, es difícil, en parte gracias a Letizia, que haya alguna relación armoniosa en la casa real, sin embargo, por conveniencia o legítima naturalidad, las cosas cambian cuando se trata de la familia de la reina consorte, más o menos.
Sofía de Grecia, dejada de lado hasta por su hijo
La situación de la reina emérita es cuanto menos trágica, su marido Juan Carlos I le fue infiel toda la vida con una cantidad indeterminada de mujeres, encima de todo esto, el emérito ni siquiera fue la primera opción de Sofía de Grecia, quien tenía otros planes en mente.
Más recientemente, con el nacimiento de las infantas Leonor y Sofía de Borbón, la emérita estaba encantada, sin embargo Letizia le amargaría la fiesta, solicitando que dejara de visitar a sus nietas, particularmente durante la hora del baño, pues alteraba su horario.
Quizá Sofía de Grecia pueda soportar ser irrespetada por su esposo, por su yerna, quizá incluso por sus nietas, pero una mujer de familia como lo es la reina emérita debe encontrar insoportable que su propio hijo, Felipe VI la deje de lado, y no solo eso, sino que lo haga por atender a su suegra, Paloma Rocasolano, madre de Letizia, con quien siempre ha tenido una buena relación, al punto que constantemente se rumorea que la reina Sofía podría estar celosa de lo bien que se llevan.
El origen de la buena relación del rey con Paloma Rocasolano viene desde lejos, desde que el ahora rey se presentó en la residencia de la madre de Letizia para dejar claras sus intenciones, al punto que fue Paloma Rocasolano la primera en entender que la relación de su hija iba en serio.
Por otra parte, Felipe VI encontró naturalidad en Paloma Rocasolano, algo que, dada la posición y estatus del hijo de Juan Carlos I, es complicado, por lo cual todo fue viento en popa desde el inicio para Paloma Rocasolano, no para la emérita.
Los constantes feos hacia Sofía de Grecia
No hay ningún problema en que el rey tenga buenas migas con su suegra, todo lo contrario, pero sea por decisión suya o influencia de Letizia, se ha podido observar que la emérita cada vez está más alejada de su hijo y, si cabe, nietas. Esto se puede observar en los planes que involucran a sus hijas, como los premios Princesa de Asturias, en los cuales Paloma Rocasolano siempre está presente, o las salidas que organiza Felipe VI junto a sus hijas y suegra, sin incluir a su madre en ninguna ocasión.
Puede resultar descabellado para algunos pensar que Felipe VI le de este trato a su madre, cuando ella misma clama por los pasillos de Zarzuela lo enamorada que está de su hijo, lo más probable es que todo sea planeación de la reina consorte, no resultaría descabellado dado su historial con la emérita.