La vida de la princesa Charlene de Mónaco ha estado plagada de problemas de salud en los últimos años, y ahora se ha revelado un oscuro secreto. Según fuentes cercanas a la Familia Real monegasca, Charlene ha luchado contra una adicción a las drogas desde antes de conocer a su esposo, el príncipe Alberto. Cansado de esta situación, Alberto de Mónaco decidió tomar medidas drásticas al obligar a su esposa a ingresar en un centro de rehabilitación para recibir el tratamiento necesario para dejar atrás sus adicciones, pero lejos del Principado y de sus dos hijos, Jacques y Gabriella.
En mayo de 2021, la princesa Charlene desapareció repentinamente de la vida pública, lo que generó un gran revuelo y una gran preocupación en Mónaco. Ante el silencio, Alberto de Mónaco se vio obligado a hacer una declaración pública para desmentir los rumores de una crisis matrimonial y explicar que su esposa estaba enfrentando graves problemas de salud. Según sus palabras, Charlene contrajo una infección durante su viaje a Sudáfrica y no pudo regresar a Mónaco debido a las complicaciones médicas. "No se fue porque estuviera enfadada conmigo o con alguien más. Se fue a Sudáfrica para supervisar el trabajo de su fundación y pasar tiempo con su familia", declaró Alberto. Sin embargo, ahora se ha revelado que esa infección podría haber sido solo una cortina de humo para encubrir el verdadero problema de la ex nadadora olímpica.
Somníferos en dosis peligrosas: El abuso de medicamentos por parte de Charlene
Con el paso de los meses, la salud mental de Charlene se deterioró aún más, lo que llevó a su ingreso en una exclusiva clínica de rehabilitación en los Alpes Suizos. El príncipe Alberto aseguró que no se trataba de COVID-19, cáncer ni problemas en su relación personal, sino que su ingreso a esta clínica se debe a un profundo "cansancio mental y físico". Sin embargo, fuentes cercanas a los Grimaldi sugieren que el problema real es su adicción a los somníferos, los cuales toma de forma arbitraria y en dosis mucho más altas de lo recomendado por los médicos. Según la revista 'Here', la princesa Charlene ha estado abusando de una combinación peligrosa de somníferos, como el Stilnox, el Imovane y derivados de Carfentanil.
El informante reveló que la princesa Charlene no pudo soportar la presión y las malas acciones de ciertos miembros de la Familia Real monegasca, en particular Carolina y Estefanía de Mónaco, que la han hecho sufrir en silencio durante una década, lo que la llevó a recaer en su problema de drogas, una dependencia a las pastillas para dormir que ha arrastrado desde antes de su matrimonio con Alberto de Mónaco.
Un escándalo en Mónaco: la dependencia de Charlene sale a la luz
Según la fuente, fue el propio Alberto quien le pidió a su esposa que enfrentara su problema de adicción mientras estaba fuera del Principado. "La dependencia de Charlene es un tabú en la Roca, todo el mundo lo sabe. Por eso, Alberto aprovechó la distancia geográfica para pedirle que lo dejara todo. Y Charlene se sometió a su voluntad", dijo. Esta situación ha generado un escándalo en Mónaco, dado que la adicción de Charlene es un secreto a voces. Sin embargo, la princesa sigue luchando por dejar atrás su dependencia a los fármacos para poder recuperar su salud.