La presencia de la infanta Cristina en Granollers ha generado cierta incomodidad en el entorno del equipo de balonmano. Aunque su hijo, Pablo Urdangarin, se ha integrado bien en el BM Granollers y está comprometido con su desempeño en el equipo, la presencia de su madre y su padre, Iñaki Urdangarin, en los partidos ha generado controversia.
Johanna Zott, la novia de Pablo, solía acudir a todos los partidos antes de irse de erasmus a Alemania y le mostraba todo su apoyo desde la grada. Se nota que la joven está muy enamorada. Y aunque actualmente no esté viviendo en Barcelona, siempre que visita España, aprovecha para ver algún partido de Pablo.
Incomodidad en Granollers con la presencia de la infanta Cristina
Su apoyo incondicional desde las gradas refleja su profundo amor por el joven deportista, pero la atención mediática que genera la presencia de la familia real española en los encuentros es motivo de preocupación.
A pesar de la separación de Iñaki y la infanta Cristina, ambos han mostrado una buena relación y han asistido juntos a algunos partidos para apoyar a su hijo. Sin embargo, la reputación de la familia real, especialmente tras los escándalos de corrupción en los que se ha visto envuelto Iñaki Urdangarin, no es bien recibida por todos en Granollers.
En sus visitas al estadio, la infanta Cristina recibió algunos improperios por parte de los aficionados, reflejando el rechazo hacia la presencia de la hija de un rey corrupto en el entorno deportivo. La falta de simpatía hacia la monarquía en Granollers también contribuye a esta incomodidad.
El revuelo mediático que provoca tiene incómodos a los responsables
Además, la atención mediática que acompaña a la presencia de la infanta Cristina en los partidos molesta a los responsables del club. Temen que el foco de los medios de comunicación sobre la familia real pueda influir negativamente en el equipo o en la afición, desviando la atención del verdadero protagonista: el balonmano.
Aunque Pablo Urdangarin se esfuerza por seguir los pasos de su padre y se siente cada vez más arraigado al club, la presencia de su familia en los partidos genera una tensión innecesaria. El BM Granollers desea mantener el enfoque en el deporte y evitar cualquier distracción externa que pueda afectar al equipo.