La hija de Carolina de Mónaco tiene una cantidad de relaciones que confunde a cualquiera. Alexandra de Hannover tiene un título que suena más a trabalenguas: Alejandra Carlota Ulrica María Virginia de Hannover, duquesa de Brunswick y Luneburgo y princesa de Gran Bretaña e Irlanda, motivo por el cual se esperaría que, en teoría tenga alguna oportunidad en cuanto a poder llegar a ser sucesora de algún trono, y en teoría la tiene, tanto en el principado de Mónaco como en Reino Unido está en la lista de sucesión, en el primero es la duodécima, mientras que en el segundo está en el puesto 444, así que a menos que le ocurra algo a los otros 443, no va a ver el trono en Reino Unido.
Muchos privilegios con demasiados problemas para reclamarlos
El problema del que sufre Alexandra de Hannover, es que la teoría no se traslada con exactitud a la práctica, y es que ella puede tener presencia real en tres reinos, pero no necesariamente significa que pueda aprovechar a fondo los beneficios que estos otorgan. La hija menor de Carolina de Mónaco está relacionada con Hannover, Mónaco y Reino Unido, pero al momento de ahondar en sus posibilidades con cada reino tenemos que descartar Hannover, empezando porque se trata de una entidad que se disolvió en 1886 por lo que su trono es hipotético, además que niega totalmente a las mujeres el poder formar parte de su línea de sucesión, ya que se rigen por la ley sálica.
En cuanto a Reino Unido, Alexandra de Hannover abandonó la religión luterana que adquirió en Hannover, lo cual también va relacionado con el reino británico, en cambio hizo transición al catolicismo, religión perteneciente al principado de Mónaco. Por esto mismo puede percibirse que realmente la hija de Carolina de Mónaco estaría pasando de las demás casa reales para enfocarse en asociarse únicamente con una, que sería Mónaco.
La madre de Alexandra de Hannover no quiere que su hija abandone sus privilegios
Mientras que la princesa tiene sus intenciones, su madre no está de acuerdo con la decisión de su hija e incluso le preocupa que se quede sin ningún tipo de privilegio o relación con el resto de las realezas, especialmente Hannover, con quién Carolina de Mónaco se ve especialmente insistente.
Carolina de Mónaco se mantiene haciendo lo posible por defender y mantener los derechos de su hija menor, motivo por el que ella misma los rechace salvo por Mónaco no le contribuye en absoluto, llegando al punto de que la madre se ha negado a divorciarse con tal de que Alexandra de Mónaco no pierda su derecho a herencia por parte del príncipe alemán. Toda esta situación ha causado que la princesa reciba las mismas invitaciones que su madre o familiares cercanos, pero se le siguen resistiendo eventos que involucran al resto de la monarquía Europea.