Pauline Ducruet nació en mayo de 1994, siendo la segunda de los dos hijos que tuvo la princesa Estefanía con Daniel Ducruet. Sus padres se casaron tiempo después de su nacimiento, así que ella y su hermano Louis también forman parte de la línea de sucesión del principado. Ocurre lo contrario con su hermana menor, Camille Gottlieb, pues su padre no se casó con la princesa. Y aunque Pauline no es frecuente en los actos oficiales y parece desentendida de su vena Royal, hay algo que nadie puede negar: su parecido con Carolina de Mónaco.
A pesar de ser una de las sucesoras de Alberto II, Pauline Ducruet no está en primera línea ni ostenta el título de princesa. Su vida ha sido muy diferente, tuvo una educación poco convencional. Vivió en una caravana de circo, representó a Mónaco en el Campeonato Mundial Juvenil de buceo y a los 18 años se fue a perseguir su sueño. Estudió moda en academias de prestigio y hoy en día tiene una firma de ropa llamada Alter. Sumado a eso, su belleza es reseñada, ya que comparte parecido con Carolina de Mónaco.
En las últimas décadas, ha sido habitual ver a los Grimaldi ligados a la industria de la moda. Desde las hijas de Grace Kelly y Raniero III, pasando a algunos de los hijos de ambas. Y es que la belleza de Grace Kelly fue uno de sus rasgos distintivos, se le consideró la princesa más bella y elegante de su época. La generación de relevo no se quedó atrás, pues Pauline causa sensación allá donde va, como su tía.
Pauline Ducruet es la imagen joven de Carolina de Mónaco
El ADN de los Grimaldi ha demostrado ser imbatible, todos los herederos adquieren características físicas que van pasando de unos a otros. Por ejemplo, Camille Gottlieb, la segunda hija de Estefanía, es muy parecida a su abuela. Ducruet, en su caso, es el reflejo de la princesa de Hannover en su juventud. Salta a la vista el parecido de ambas, los rasgos faciales son prácticamente los mismos. La definición del rostro, principalmente, puesto que las dos tienen una forma alargada y angulosa. Las mejillas, la silueta de los labios y los ojos claros.
Solo hay que ver una fotografía de la hermana de Alberto de Mónaco cuando era joven para encontrar el rostro actual de su sobrina. Además, la hija de la ‘princesa rebelde’ con el tiempo adoptó la sobriedad y elegancia de su tía al vestir. A tan solo unos meses de cumplir 30 años, la joven es dueña de un estilo personal admirable. Sabe cómo sacarle partido a su belleza, su talento también la ha hecho destacar en las revistas estadounidenses.
Pauline Ducruet pasó del ostracismo por los pasos de sus padres, a medirse con la hija de Carolina de Mónaco, Carlota Casiraghi, que habitualmente ocupa las portadas de revistas de moda como Vogue o Elle. Es el auténtico cisne de Mónaco. ¿Cómo evolucionará esta batalla silenciosa por el protagonismo? El tiempo, no muy distante, nos dará una clara y contundente respuesta.