No ha sido un buen inicio de año en Zarzuela. Muchos podrían aprovechar la excusa de un nuevo año para hacer borrón y cuenta nueva en sus vidas y así emprender el año con fuerzas renovadas, pero en el caso de Zarzuela esto es imposible. La realeza está con el agua hasta el cuello desde finales de 2023 y actualmente el nivel del agua no ha bajado ni un centímetro, y más bien parece haber aumentado con el tiempo, solo que de una forma más silenciosa que de costumbre.
En principio todo esto se debe al caso de Letizia y Jaime del Burgo, durante todo diciembre y lo que llevamos de enero ha sido tema de conversación ininterrumpido y no hay manera de cambiar la atención hacia otra cosa, por todo eso los reyes han pasado unas semanas bastante intensas al no tener una forma adecuada de gestionar todas las noticias que les llegaban. No es una novedad que desde el palacio real la respuesta pública a este tipo de tendencias sea el silencio, pero en este caso no les ha ayudado demasiado el no decir nada.
Paloma Rocasolano no tiene tranquilidad
La situación envuelve totalmente y casi de manera única a los reyes. Son los principales involucrados y afectados, pues están viendo como su imagen se deteriora más y más, pero la madre de Letizia también se ha visto involucrada en todo el drama de su hija por varios motivos.
Por una parte, el que se descubriera lo de Jaime del Burgo significó que se hiciera de conocimiento para personas como Telma Ortiz, ex esposa del amante de Letizia que estaba compartiendo a su esposo con su hermana sin saberlo, lo cual destrozó su relación irremediablemente, y por esto Paloma Rocasolano ha hecho lo posible para restaurarla, aunque sin éxito.
Pero esto es solo uno de los problemas que azotan la mente de Paloma Rocasolano, y es que Letizia ha estado muy mal anímicamente por toda la situación. A pesar de que ya ha pasado un tiempo desde que ocurrió todo, la consorte se ha visto muy afectada por lo mal que se habla de ella desde que se da por seguro que le fue infiel a su esposo.
La madre de la consorte no es capaz de levantar a su hija
El estado de Letizia puede ser bastante peligroso para su salud, motivo por el que Paloma Rocasolano ha estado muy enfocada en la recuperación de su hija, o como poco que se alimente, pues Letizia ha estado tan mal que ni siquiera tiene ganas de comer. Durante la mayoría del tiempo la consorte se ha mantenido encerrada en Zarzuela y solo sale de la casa real cuando tiene alguna responsabilidad puntual pues debe mantenerse firme de cara al público hasta el final, pero de puertas para adentro está derrumbada, por lo que su madre también ha estado al borde del colapso.