Los pasillos del Palacio de la Zarzuela retumban con rumores de un nuevo drama familiar que sacude a la Casa Real. La reina Letizia, conocida por su carácter férreo y decidido en el Palacio, parece estar aplicando la misma dureza en su vida familiar. No solo ha intentado alejar a miembros de la familia de Felipe de su vida y de sus hijas, Leonor y Sofía, sino que también ha desterrado a su propio padre, Jesús Ortiz, de su círculo más íntimo.
La historia de este distanciamiento se remonta a más de dos décadas atrás, cuando los padres de Letizia, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, se divorciaron. Desde entonces, Letizia ha preferido la compañía de su madre, dejando de lado a su padre en una relación cada vez más distante. Las razones detrás de esta decisión parecen estar ligadas a la presión ejercida por Paloma Rocasolano sobre su hija, según revelan fuentes cercanas a la Familia Real.
Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz contrajeron matrimonio en 1971 en Oviedo y compartieron 28 años de su vida, durante los cuales nacieron tres hijas: Letizia, Telma y Érika. Sin embargo, su unión llegó a su fin en 1999 con un divorcio que dejó heridas abiertas. Jesús Ortiz fue el primero en rehacer su vida, encontrando el amor en Ana Togores, su actual esposa, apenas unos meses antes de la boda de Letizia y Felipe. El hecho de que Ana tenga una edad similar a la de la reina aparentemente no ha sido bien recibido por Letizia y Paloma Rocasolano, quienes no parecen perdonar a Jesús por haber solicitado el divorcio.
La farsa de la unidad familiar
La presencia de Ana Togores en eventos públicos ha sido prácticamente nula. En un momento significativo, durante la boda de los entonces príncipes de Asturias, Letizia y Felipe VI pidieron expresamente a Jesús que asistiera solo, como si aún estuviera casado con Rocasolano, con el fin de proyectar una imagen de unidad que, en realidad, era una farsa. De hecho, una fecha que solía unir a Letizia con su padre era el Día de Reyes, una tradición que se había mantenido desde que se separó de su madre. Sin embargo, en los últimos años, la reina parece haber olvidado esta cita, lo que evidencia aún más el deterioro de la relación entre padre e hija.
Un padre en las sombras
A pesar de mantener las formas en actos institucionales y en las fotografías de Casa Real, la tensión entre Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz es palpable. Se esfuerzan por evitar coincidir en cumpleaños y actos protagonizados por su hija Letizia y sus nietas, Leonor y Sofía. Las fuentes cercanas a la familia sugieren que Paloma mantiene a Jesús a una distancia considerable de su hija y de Zarzuela. Y aunque parece que Paloma finalmente ha superado la desilusión del divorcio, no ha podido olvidar la humillación de haber sido reemplazada por una mujer mucho más joven. Por este motivo, los escasos encuentros entre el periodista y su hija, así como con sus nietas, son un secreto celosamente guardado que no se filtra a la prensa. Jesús Ortiz vive en el anonimato, en contraste con la exposición pública de su ex mujer.