No es ninguna novedad que la reina consorte Letizia se ha labrado una reputación con el paso de los años, aunque si bien esto no quiere decir que sea precisamente buena, la esposa de Felipe VI ha protagonizado todo tipo de escándalos por sus controversiales influencias en la corona, teniendo a veces incluso más voto que Felipe VI al parecer que su esposo termina influenciado por lo que decida la consorte.
Gracias a esto personas de todo tipo le hacen la cruz a Letizia, no la tragan, sean los familiares de Felipe VI o incluso algunos de los propios de la consorte. Se ha puesto un blanco enorme en la frente y otro en la espalda, y mientras unos no tienen miedo a dispararle de frente, otros prefieren tomar la alternativa de apuñalar a Letizia por la espalda.
Personas que en algún momento formaron parte de la vida de la consorte y tuvieron mayor o menor relevancia ahora le dan la espalda, bien porque ella lo hizo primero o por algún otro motivo, pero en el caso del individuo que nos ocupa, parece que la esposa de Felipe VI fue la principal responsable de que este caballero decidiera dar un giro de 180 grados a sus intenciones y hablar a espaldas de la consorte.
Jaime del Burgo levantaba sospechas entre la reina y su madre, no lo querían con Telma Ortiz
Jaime del Burgo fue una de esas figuras especiales en la vida de Letizia, llegó a enamorarse de la consorte pero luego se casó con su hermana, Telma Ortiz. Desde el año 2011 el abogado y la reina no se hablan, y ahora ha sido él quien ha explicado a través de “Letizia y Yo”, libro de Jaime Peñafiel, cómo ocurrieron las cosas entre ellos. Podríamos decir que las sospechas de Letizia siempre fueron ciertas. La consorte no vio demasiado bien que el abogado se relacionara con su hermana y menos después de que ella misma hubiera cortado su relación con Jaime del Burgo, pero no era la única, pues la madre de las dos, Paloma Rocasolano, también tenía sus sospechas.
El abogado podía convertirse en una figura polémica teniendo en cuenta todo lo que sabía y conocía sobre la consorte, y aún después de que esta le dijera que “tenemos que dejar de vernos”, este siguió enlazado a la familia Ortiz Rocasolano y los Borbón a través de Telma Ortiz.
Seguramente su hermana y su madre le hicieron llegar sus impresiones y su preocupación en cuanto a lo que podía salir mal con Jaime del Burgo, pero la relación siguió su curso y se terminaron casando, y aunque la relación llegó eventualmente a su fin no podemos decir que el abogado no se haya convertido en un problema para la realeza, pues ahora que decidió contar su historia a través del libro de Jaime Peñafiel, se convertirá de seguro en uno de los enemigos públicos de la corona.