En los últimos 20 años de la historia de la corona, hay alguien que se ha beneficiado enormemente de su llegada a este privilegiado círculo. La primera persona que puede venir a la mente es efectivamente la consorte Letizia, quien lejos de su complicada situación actual, ha ascendido de una familia de orígenes humildes a ser una mujer a la que no le falta nada, ni dinero ni poder.
Si bien es cierto que Letizia puede presumir de muchas cosas, no es la única que se ha visto enormemente beneficiada de su posición en la corona junto a Felipe VI, sino que su madre, Paloma Rocasolano, también ha visto todo tipo de lujos gracias al esposo que se consiguió su hija. Pasó de ser una enfermera sindicalista a la suegra del hombre más importante de España, y muy a su pesar actualmente, se llevaban de maravilla.
Paloma Rocasolano era una más de los Borbón, más o menos
Tampoco se puede tapar el sol con un dedo. Cuando Letizia llegó a Zarzuela todos la vieron raro y su madre no tendría un trato muy diferente. Especialmente Sofía de Grecia era incapaz de tragarla por sus modales en la mesa, y lo que más le da cólera, la falta de protocolo de parte de Paloma Rocasolano. A diferencia de la madre de Letizia, la emérita es alguien de cuidado en cuanto al protocolo. No soporta que no se cumpla y por ello fue muy difícil para ella tolerar a Paloma Rocasolano, pero lo importante aquí es que se llevaba bien con el rey y con sus hijas.
El rey salía de vacaciones con su suegra y Sofía y Leonor de Borbón tenían a Paloma Rocasolano como su abuela favorita. Todo era perfecto al menos entre ellos, pero cuando se descubrió lo de Jaime del Burgo todo dio un giro de 180 grados. Las vacaciones de Semana Santa están aquí y Felipe VI no tiene la más mínima intención de pasar ni 5 minutos con Letizia o con su madre, y es que quizá el rey sabía lo de Jaime del Burgo desde hace años, pero aparentemente no sabía que su suegra estaba metida hasta el cuello en esta “conspiración”.
Durante años, Paloma Rocasolano no solo fingió ignorancia, sino que ayudó a ocultar las salidas furtivas de Letizia, bien fuera a visitar a Jaime del Burgo o a otro hombre de los varios que se dice la consorte hizo uso hace años. El sentimiento de traición debe ser grande en Felipe VI. No hay duda en que el rey está dolido no solo por lo de su esposa, sino porque su suegra realmente no era lo que pensaba cuando la conoció. Encontró algo en los Ortiz Rocasolano que le agradó y el ver eso destrozado años después debe ser indescriptible.
Mientras en Zarzuela deciden qué hacer con Letizia y toda su situación actual, cada día que pasa Paloma Rocasolano debe tener más cuidado. Se acerca a Zarzuela para ver a su hija cuando no está el rey, pero es probable que las dos terminen fuera más temprano que tarde, aunque el tiempo dirá.