No es que sea precisamente que Pablo Urdangarin, uno de los hijos de la infanta Cristina y deIñaki Urdangarin, ha vivido muchos cambios en los últimos tiempos en todos los sentidos.
Por un lado, el cambio a nivel familiar, especialmente en todo lo que gira en torno a la separación y el divorcio de sus padres, un divorcio que aún no se ha hecho oficial pero que hace meses que se está gestando y en el que, eso sí, los hijos no están teniendo mucho protagonismo.
Por otro, un cambio a nivel profesional. Y es que tras muchos años formando parte de la sección de balonmano del Fútbol Club Barcelona y siguiendo así los pasos de su padre, Pablo fichó por el Granollers, convirtiéndose así en jugador de la primera división de balonmano de España, un nuevo horizonte que le permite poder seguir soñando con cumplir una de sus expectativas profesionales, que no es otra que la de debutar con la selección española.
Pablo Urdangarin tiene el ‘ok’ de sus suegros, pero con condiciones
Un cambio que también ha llegado a nivel de su día a día de su hogar, ya que ha pasado de vivir en San Joan Despí a vivir en Pedralbes, tal y como puntos medios medios como OK Diario.
En este sentido, lo que no ha cambiado es su relación con Johanna Zott y sobre todo, la opinión que tienen los padres de esta de Pablo, que sigue siendo más que buena. Es más, es de sobra conocido que el hijo de Iñaki y la infanta Cristina es más que bien recibido en casa de su novia, donde muchas ocasiones incluso pasa mucho tiempo en compañía también de sus suegros.
Pero han sido precisamente los padres de su novia los que le han dejado muy claro a Pablo que, por mucho que en su vida hayan llegado muchos cambios, lo que no puede cambiar en su día a día con su pareja, de tal manera que Johanna debe olvidarse de pasar tiempo en casa de Pablo y seguir centrada en sus estudios, dejando para más adelante un futuro avance en la relación entre ambos.