Con 22 años, PabloUrdangarin puede presumir de ser uno de los miembros de la familia real española que, al menos de cara al público, más alegrías está dando a la institución. Entre otras cosas porque, especialmente a diferencia de su padre y de su abuelo, no habido ningún tipo de noticia negativa a su alrededor, algo que no es que sea precisamente sencillo en la casa real española.
Es más, centrado en el balonmano, su pasión es su profesión, Pablo se ha mostrado siempre muy prudente en todos los sentidos, especialmente lo que se refiere a sus opiniones públicas. Eso sí, cuentan desde su entorno que una cosa es su perfil público y la otra su perfil privado, donde sí que se muestra mucho más contundente, y eso es algo que nos gusta, especialmente a la reina Letizia.
La Reina Letizia sigue en corto los movimientos de Pablo Urdangarin
No es que sea precisamente ningún secreto que la ReinaLetizia no tienen ningún tipo de relación con sus cuñadas, las infantas Elena y Cristina, y que es precisamente con esta última, Cristina, con quien siempre ha tenido una relación muy fría y distante.
Por mucho que sea consciente de que los hijos de la infanta Cristina y de IñakiUrdangarin no tienen porque pagar los platos rotos de su mala relación con su madre, han sido varias las veces que la reina le ha dejado muy claro a su marido, el rey Felipe, que éste debería darle un toque de atención a su hermana la infanta Cristina acerca de algunos comentarios y algunos comportamientos de sus hijos.
Y es que parece ser que en entornos privados, y más teniendo en cuenta que PabloUrdangarin es uno de los nietos que mejor relación mantiene con su abuelo, Juan Carlos I, que no es que sea precisamente una de las personas favoritas de Letizia, el segundo hijo de la infanta Cristina y de Iñaki no tiene ningún tipo de problema a la hora de defender a su abuelo ante los ataques de su tía.
Mientras otros miembros de la familia, especialmente los hermanos de Pablo, se mantienen mucho más prudentes y moderados con sus opiniones, parece ser que Pablo no se muerde la lengua en privado, y eso es algo que nos gusta a la reina Letizia.