Las relaciones siempre van y vienen en la vida. Algunos noviazgos pasan al matrimonio, otros simplemente terminan mejor o peor, pero es un punto muy importante de lo que conllevan las relaciones de las personas y por eso conviene escoger bien con quién estamos. Esto es un principio determinado por el juicio de cada persona, llegando muchas veces a caer en subjetivismos o conflictos por diferencias que se generan en base a esto, una situación que viven actualmente en la familia de la infanta Elena, más específicamente por su hija mayor, Victoria Federica.
La influencer siempre ha sido alguien de cuidado por lo controversial que se puede volver según la época. Cuando Victoria Federica tomó la decisión de dedicarse a la carrera de las redes sociales y el reconocimiento público, su madre no estaba precisamente de acuerdo. Ella quería que su hija fuera como Leonor de Borbón.
La infanta quería que su hija estudiara una carrera convencional en algún centro educativo, pero ese no era el camino que esta quería recorrer, y al menos puede decir que económicamente le está saliendo rentable. Este es un camino en el que su padre, Jaime de Marichalar, le apoyó, pero hay cosas en las que ni siquiera el ex esposo de la infanta apoya a su hija.
Jaime de Marichalar tiene claro el futuro que quiere para su hija, solo nobleza
Generalmente cuando Victoria Federica toma una decisión su madre la reprende y su padre la apoya. No importa que vaya en contra de la imagen de la corona, siempre que su hija sea feliz, su padre está dispuesto a apoyarle, pero esto es válido hasta que llegamos al matrimonio o una relación seria, donde Jaime de Marichalar no está dispuesto a ceder ante su hija.
Victoria Federica siempre ha mostrado interés en jóvenes que normalmente serían directamente descartados por la casa real o por su madre, un capricho que su padre le ha permitido pero solo para pasar el rato, es decir, para situaciones como salir de fiesta o similares, pero si hay algo en lo que seguramente la infanta y su ex esposo estén de acuerdo es que ninguno quiere que su hija salga seriamente con uno de estos perfiles, como toreros o motociclistas, para nada relacionados con la corona.
Jaime de Marichalar quiere que su hija siga sus pasos
Si bien Victoria Federica ya pertenece a la realeza y tiene un estatus del que muy pocos pueden presumir, es el deseo de su padre el que hace que esto se mantenga así. Quiere que su hija no se comprometa seriamente con cualquiera, sino que sea una persona equivalente a lo que fue la infanta Elena para él, alguien de ascendencia noble y con apellido importante, alguien que sea capaz de igualar o superar el estilo de vida adinerado que ya ostenta Victoria Federica, e indiferentemente de si esto se alínea con los deseos de su hija o no, no parece que Jaime de Marichalar tenga intenciones de cambiar de idea pronto.