Letizia llegó a la monarquía para sacudir los cimientos. Se le acusa de ser quien inspiró el plan para alejar a todos los miembros de la familia real. Hacerlos a un lado por el bien de la Corona y el de sus hijas, Leonor y Sofía. Su carácter da mucho de qué hablar y es la razón perfecta para justificar todos los males. A esto se le suma que la reina tiene un lío familiar que no se originó por cuestiones políticas, sino sentimentales. Su padre, Jesús Ortiz, es otro al que mantiene apartado de Zarzuela y de sus hijas.
Una vez que consiguió divorciarse de Paloma Rocasolano, la madre de Letizia, Jesús Ortiz fue el primero en retomar su vida amorosa. De hecho, la relación que tienen a día de hoy surgió más rápido de lo previsto. Demasiado rápido para el gusto de la australiana, quien en ese entonces estaba a punto de casarse con Felipe VI. Y pese a que han pasado muchos años de aquel acontecimiento, todavía queda un gran resentimiento. Porque Paloma siempre fue y será un gran apoyo, una madre dedicada y presente en la vida de las Borbón Ortiz.
De una forma u otra, resulta evidente que la situación de Jesús es irremediable. El problema es claro, mientras siga con Ana Togores, no podrá estrechar el vínculo con Zarzuela y los suyos.
Ana Togores mantiene a Jesús Ortiz y a Letizia separados
Ana y Jesús llevan más de 20 años de casados, es decir, se casaron unos meses antes que Doña Letizia y Don Felipe. En ese momento, Paloma seguía soltera, pero lo que más molestó a su hija fue que la nueva mujer de su padre tuviera prácticamente su edad. Con el tiempo, se hizo evidente que entre Togores y la Royal no hay buena relación. Hay un trato cordial sin más.
Tan delicada es esta situación, que la monarca limita las apariciones públicas del patriarca en compañía de su esposa. En realidad, hasta los momentos, Togores no ha tenido oportunidad de aparecer en una fotografía con la familia real. No estuvo presente en la boda de los príncipes y no es una invitada frecuente en las reuniones. En un principio, tuvieron que mantener su relación en un segundo plano. Dado que la experiodista estaba a punto de contraer matrimonio con el futuro rey, querían crear una imagen de armonía y evitar escándalos como el divorcio de sus padres.
Continúan pasando los años y Ortiz no consigue entrar en Zarzuela con la misma confianza con que lo hace su ex, Rocasolano. La enfermera jubilada tiene una excelente relación con su hija, una prueba fundamental es que le ha confiado el cuidado de sus pequeñas desde que eran recién nacidas. En los últimos meses, que ya las niñas están fuera de palacio, la consorte continúa acercándose a su progenitora y hasta le ofrece espacios propios en el Pabellón del Príncipe. Su pareja, Marcus Brandler, es totalmente bienvenido.
Si bien Jesús Ortiz está distanciado de su hija y nietas por Ana Togores, Paloma Rocasolano no comparte esas reglas. ¿Habrá algún cambio en los próximos años?