En Mónaco cada royal tiene sus razones para aparecer en los medios, principalmente en el principado son Charlene y Alberto de Mónaco los que abarcan la mayoría de las noticias pero en esta ocasión no es el caso, ya que es Carolina de Mónaco la que toma los reflectores, no porque haya hecho nada en especial sino por una anécdota curiosa: el momento en el que la hermana del príncipe Alberto se quedó totalmente calva.
Carolina de Mónaco ha sido tema de conversación y objetivo de los medios por, entre otras cosas, detalles curiosos como su amor por la gastronomía española, especialmente las tapas, las cuales no deja pasar en ningún momento y viene a degustar siempre que puede, pero ese no es el tema relevante.
El día que Carolina de Mónaco fue pillada in fraganti
La hermana de Alberto de Mónaco no ha tenido una vida fácil en cuanto al amor y su vida privada. Ha visto altos y bajos, siendo uno de los momentos de crisis en su vida el fallecimiento de Stefano Casiraghi. El empresario italiano representó un lugar muy importante en la vida y el corazón de Carolina de Mónaco, su vida terminó gracias a un trágico accidente que tuvo lugar en las aguas del principado de Mónaco.
El curioso episodio de Carolina de Mónaco dando la calva al sol ocurrió años después desde el fallecimiento de su esposo, antes de eso igualmente tenía otros sucesos importantes que había vivido, como el fallecimiento de su madre Grace Kelly, y su primer divorcio con Philippe Junot.
Aunque la pérdida de Stefano Casiraghi fue difícil, la hermana de Alberto de Mónaco no perdió el tiempo. Después de unos meses de ausencia Carolina de Mónaco volvió a las andadas, retomó su vida amorosa y fue vista con el actor Vincent Lindon, una verdadera sorpresa para algunos, pero no fue este el motivo por el que su cabello se fue de sabático.
Carolina de Mónaco vivió lo que para muchas amigas sería un acto de la más profunda y ruín traición. Se enamoró de Ernesto de Hannover, quien estaba casado con su amiga Chantal Hochuli, por lo que el problema estaba a simple vista y Carolina de Mónaco era más que consciente del terreno en el que se estaba metiendo.
Carolina de Mónaco no encontró donde meter la cabeza cuando la descubrieron
Aún estando casado, Ernesto de Hannover tomó la decisión de aventurarse con Carolina de Mónaco. Hicieron lo imposible por mantener oculto su romance, y por un tiempo mantuvieron una relación feliz hasta que en 1995 la revista alemana Bunte abrió el armario en el que estaban juntos Ernesto de Hannover y Carolina de Mónaco. El dúo había sido pillado hospedándose en un hotel, más específicamente el Hotel Oriental de Bangkok, un momento que superó totalmente a la hermana del príncipe Alberto y no fue para menos, pues en 1996 fue la revista OGGI la que capturó la calva de la royal a causa del mal rato que había pasado.