El mundo recuerda a Diana de Gales por su empatía, bondad y genuino corazón. Sigue muy presente en la cultura popular, a pesar de que ya se cumplen casi tres décadas de su muerte. No se puede negar que revolucionó el mundo de la realeza, el mundo de la moda y los accesorios. La admiración por su persona era tal, que todos querían saber qué vestía y con qué joyas complementaba sus looks. Pero si hay una joya que merece mención es su anillo de compromiso, el príncipe Harry se vió envuelto en una polémica por mentir al respecto.
Uno de los anillos de compromiso más famosos del planeta es el de Diana de Gales, envuelve una historia singular de la royal. Al parecer, la madre del príncipe Harry tuvo la oportunidad de elegir entre una colección de la corona británica y del catálogo del joyero de la corona en ese entonces, Garrard. No obstante, la princesa eligió una pieza de la colección del joyero que cualquier persona podía tener. La familia real se escandalizó, pues esperaba que eligiera algo único. Pero ella estaba encantada con el zafiro azul de 12 quilates rodeado de 14 diamantes.
Ahora bien, la última aclaración del esposo de Meghan Markle sobre esta joya fue desmentida por un personaje inesperado.
El príncipe Harry es atrapado en su farsa sobre el anillo de Diana de Gales
Que Kate Middleton fuera la siguiente en usar el zafiro no fue una gran sorpresa en 2010. En aquel tiempo, se comprendió que el príncipe le hacía un homenaje a su madre. Mientras tanto, los distintos medios británicos publicaron que la joya había sido concedida al duque de Sussex. Así que, tras la muerte de Lady Di, los hermanos acordaron que sería entregada a la siguiente princesa en ascender al trono.
Se volvió a mencionar esta historia, en los mismos términos, cuando Harry se comprometió en 2017. El anillo con el que le propuso matrimonio a Markle se confeccionó con un diamante de varios quilates y otros pequeños usados por su progenitora. Para aclarar esta resolución, dijo que quería que algo de ella estuviera con su esposa. Años más tarde, en su biografía Spare, señaló: “Nunca le di a Willy ese anillo, porque no era mío para dárselo. Él ya lo tenía. Lo había pedido después de que mamá murió, y yo había estado más que feliz de dejarlo ir”.
En una entrevista con The Mirror, Paul Burrell, el mayordomo y empleado de confianza de Isabel II, desmintió todo. Aseguró que estuvo presente cuando los hijos de Carlos III escogieron con qué objetos de su madre quedarse. “Enrique me dijo que recordaba sostener la mano de su madre y que el anillo le hacía daño porque era muy grande. Cuando murió la Princesa, Guillermo dijo que quería conservar el reloj de Cartier, (...), mientras que Enrique quiso conservar el anillo”, apuntó. De acuerdo con esta versión, el aristócrata mintió en sus memorias o evitó mencionar que llegó a un acuerdo con su hermano.
Que el príncipe Harry se haya quedado o no con el anillo de Diana de Gales es una cuestión. Pero ¿habrá dado alguna otra información imprecisa en su libro?