Cuando los duques de Sussex renunciaron a sus deberes reales, hace dos años, la tensa relación que existe entre Meghan Markle y la familia real ya había quedado más que expuesta públicamente. Se apartaron y dejaron el Reino Unido después de una disputa cada vez más intensa cargada de acusaciones de racismo que seguiría en Estados Unidos, a donde decidieron irse a vivir, con una explosiva entrevista y la escandalosa publicación de las memorias de Harry.
Según los informes, cuando el príncipe Harry en 2016 dio la noticia que planeaba casarse con la actriz estadounidense. El entonces príncipe Carlos dio el golpe en lugar de felicitar a Harry, el futuro rey dijo que no podía pagarle a Meghan Markle como miembro de la familia real porque ya estaba financiando a la creciente familia de Camilla Parker Bowles y el príncipe William.
Por otro lado, Meghan Markletenía “fuertes convicciones” sobre su futuro marido y su familia tiene su origen en unas declaraciones que hizo allá por marzo de 2021 en su entrevista con Oprah Winfrey, en las que la duquesa afirmó que, al ser estadounidense, no sabía demasiado sobre lo que implicaría pasar a formar parte de la familia real británica. No investigó nada sobre lo que conllevaría hacerlo.
En la entrevista de Oprah Winfrey, la actriz sí que menciona a Google un poco más adelante, al abordar el momento en el que tuvo que aprenderse la letra del himno de Inglaterra y las oraciones que necesitaría para asistir a alguna misa. “Y ahí estaba yo a las tantas de la noche, googleando ‘cuál es el himno’, y pensando 'tengo que aprendérmelo". Pero la prensa piensa que el no saber nada de la realeza y estar con Harry fue toda una estrategia de la actriz para beneficiarse de los royals y asegurar su vida.
Meghan Markle vivió un infierno formando parte de la familia real
La duquesa de Sussex dijo que, en un momento, su vida como miembro de la realeza británica fue tan aislada y solitaria que "ya no quería estar viva". La duquesa de Sussex se describió a sí misma como la víctima de un Palacio de Buckingham obsesionado con la imagen, que intervenía en todo, desde cuán oscuro sería el color de la piel de su hijo Archie hasta la frecuencia con la que iba a almorzar con amigos. También se vio obligada a reprimir su naturaleza franca y renunciar a su libertad personal. Dijo que no tuvo acceso a su pasaporte, licencia de conducir o llaves después de unirse a la familia real, y solo se las devolvieron cuando la pareja se mudó.
Meghan Markle propone dejar atrás el apellido Windsor
Meghan Markle podría convertirse en una de las influencers mejor pagadas del mundo si sella una alianza con la casa de moda francesa Dior. Y para ello quiere renunciar al apellido Windsor, de la familia real británica, para capitalizar el de la princesa Diana Spencer, y utilizarlo como su propia marca.
La actriz estadounidense y su esposo, el príncipe Harry, están discutiendo "deshacerse de su apellido Windsor", que es el patronímico de la familia real británica desde 1917, en una importante transformación de la marca con la que sellan millonarios negocios. La duquesa de Sussex está segura de que romper sus vínculos con la familia real la llevarán a sellar contratos más jugosos.