Cuando recordamos las historias recientes de los duques de Sussex podemos recordar que los vientos de divorcio soplaban entre ellos. Había diferentes motivos por los cuales la prensa había promovido los rumores de una separación entre el príncipe Harry y Meghan Markle, quienes desde 2020 se alejaron juntos de la casa real de Reino Unido con la finalidad de vivir una vida con mayor libertad y además enfrentarse a todo aquello que les presionó durante años.
A pesar de que a veces pudiese parecer que el príncipe Harry y Meghan Markle están al borde del divorcio, o que al menos sea lo que pintan los medios, los planes recientes de los duques de Sussex dicen totalmente lo contrario. Se ha hablado incluso de que Carlos III podría estar recuperando la relación con su hijo menor, con la intención de recibirlo de brazos abiertos una vez se divorcie de Meghan Markle, pero recientemente el príncipe Harry estuvo en Londres antes de dirigirse a los Juegos Invictus en Alemania, y parece ser que ningún momento mostró interés en encontrarse con su padre a pesar de tenerlo al lado. Las tensiones entre la casa real y los duques se mantienen, incluso durante el aniversario de la muerte de la abuela de Harry, Isabel II.
El príncipe Harry y Meghan Markle quieren cambiar de hogar
No aporta mucho a la narrativa del divorcio el que los duques de Sussex estén precisamente buscando un nuevo hogar al cual mudarse junto a sus hijos, Archie y Lilibet. Actualmente todos viven juntos en Montecito, hogar que le costó mucho trabajo y esfuerzo a los duques obtener, y que hace a muchos cuestionarse por qué intentarían cambiarlo, y aunque no hay un motivo confirmado con exactitud, algunos apuntan a que está relacionado con el contrato que firmó Meghan Markle el pasado mes de junio con William Morris Endeavour, una agencia de talentos.
Resulta creíble que la duquesa de Sussex pueda estar intentando expandir su currículo profesional en diferentes campos, sin embargo, hay otra versión ofrecida por el medio Express, la cual comenta un motivo mucho más “casual”, y es que el príncipe Harry y Meghan Markle estarían deseosos de vivir más cerca de sus amistades, como por ejemplo, Kim Kardashian.
El matrimonio no saldría de California, sino que se mudarían de Montecito a Malibú, lugar donde no solo vive Kim Kardashian, sino un buen puñado de actores y celebridades de categoría mundial. Nombres como Leonardo DiCaprio o Lady Gaga habitan en las propiedades de Malibú, lugar que además le interesa a los duques de Sussex debido a su cercanía con Los Ángeles y Beverly Hills, que comparativamente con Montecito está mucho más cerca, pues mientras su actual hogar está a 3 horas de Los Ángeles, Malibú solo está a una hora, una diferencia considerable que resultará atractiva para Meghan Markle y el príncipe Harry, especialmente si la actriz de Suits se está planteando volver a trabajar en la industria hollywoodense.