Durante todo 2023 una de las personalidades cercanas a la casa real de Reino Unido, Meghan Markle, recibió un montón de atención de parte de los medios junto a su esposo el príncipe Harry. Los motivos vienen desde su exilio de Reino Unido, momento en el que se instalaron en Estados Unidos para continuar su vida juntos, donde se han mantenido hasta el día de hoy junto a sus hijos, Archie y Lilibet, con ocasionales rumores y reportes de que el matrimonio estaría en peligro, pero las constantes apariciones en público parecerían demostrar que al menos de momento no hay alguna prueba de peso.
Sin embargo, este 2024 el foco ha pasado totalmente a la monarquía de Reino Unido por motivos graves. Primero está el cáncer (aún desconocido) diagnosticado al rey Carlos III durante un exámen de rutina, algo que ya levantó las alarmas y sugirió que el rey podría abdicar por su salud antes de tiempo. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo hasta que cayera otro balde de agua fría sobre la casa real de los Windsor, y es que después de muchas teorías conspirativas sobre Kate Middleton, esta finalmente confesó también estar sufriendo de un cáncer recién descubierto, pero mientras todo esto ocurre, los duques de Sussex siguen con su vida.
Meghan Markle sigue la tendencia vista en otras celebridades
El duque de Sussex, el príncipe Harry, fue visto viajando a Reino Unido para hablar con su padre, una reunión muy breve de menos de una hora cuyos temas conversados siguen siendo un misterio. Aunque Meghan Markle no estuvo presente en este viaje, hemos sabido de ella por su propia mano, y, además, muchos han destacado un rasgo cambiado en su rostro que va en sintonía con las tendencias actuales.
Recientemente, Meghan Markle viajó a Canadá en carácter de embajadora de los Juegos Invictus, también relacionados con su esposo. Su aparición en sí fue bastante natural y feliz. Aprovechó el viaje para gozar de la nieve y disfrutar de su marido, algo que parece alejar las teorías de crisis alrededor de ellos, pero por encima de todo esto, hay algo que llamó la atención sobre Meghan Markle cuando se puso un poco más de atención en su rostro.
Quizá en principio no sea tan aparente, pero las cejas de la duquesa de Sussex no se parecen en nada a las que tenía hace un tiempo. Las ha trabajado para pasar de una forma fina y arqueada a una más pronunciada. Son más oscuras y pobladas, por lo que sirven para acentuar los rasgos faciales y añaden un carácter curioso a su rostro, un movimiento que ya hemos visto hacer a otras celebridades como Cristina Pedroche, Lily Colins o Zendaya, igualmente generando resultados positivos entre sus seguidores y marcando un paso diferente en la forma que se perciben los cánones de belleza generales. Estos últimos han cambiado con el tiempo y evolucionado a algo distinto, algo a lo que incluso referentes de la moda como Meghan Markle están reaccionando en consecuencia.