El matrimonio entre Meghan Markle y el príncipe Harry ha llamado mucho la atención, no solo por la historia de ambos, sino por los diferentes orígenes de cada uno. A medida que han pasado los meses, han surgido más y más rumores y reportes que sugieren que la relación entre la pareja está experimentando dificultades de peso. Uno de los principales puntos de fricción ha sido la relación de Meghan Markle con la familia real británica, especialmente con los miembros más cercanos al príncipe Harry.
Desde el principio, Meghan Markle ha enfrentado críticas y desaprobación por parte de ciertos miembros de la familia real. Estos conflictos se han visto incrementados con el tiempo, y se dice que han contribuido a las tensiones dentro del matrimonio de los duques de Sussex. La pareja tomó la decisión de mudarse a Estados Unidos en un intento por alejarse de la presión mediática y las expectativas de la familia real, pero incluso en su nuevo hogar han seguido enfrentando desafíos.
La situación se ha vuelto aún más complicada con la noticia del cáncer que afecta al rey Carlos III, padre del príncipe Harry. Mientras que el príncipe Harry desea estar cerca de su padre durante este difícil momento, Meghan Markle tiene sus reservas al respecto. Esto ha generado conflictos adicionales entre la pareja y ha alimentado las especulaciones sobre el estado de su matrimonio.
El príncipe Harry y su esposa no se ponen de acuerdo
Las diferencias en la forma de manejar la situación con el rey Carlos III han dejado al príncipe Harry y Meghan Markle en una posición difícil dentro de su matrimonio. Por un lado, el príncipe Harry siente la necesidad de apoyar a su padre y estar presente durante su tratamiento contra el cáncer, cosa que quiere hacer, pero, por otro lado, Meghan Markle tiene preocupaciones y reservas que la llevan a preferir mantener distancia de la familia real, y al mismo tiempo quiere que su esposo mantengan esta distancia.
Este desacuerdo respecto a la relación con la familia del príncipe Harry ha añadido más presión a un matrimonio que ya enfrentaba desafíos desde mucho antes. Los rumores sobre una posible crisis matrimonial y un eventual divorcio han estado circulando en los medios desde hace mucho, alimentando aún más la especulación sobre el futuro de la pareja.
Es importante recordar que, como cualquier matrimonio, la relación entre Meghan Markle y el príncipe Harry está sujeta a altibajos como es normal. Sin embargo, la intensidad de la atención mediática y las expectativas que rodean a la familia real británica pueden incrementar estos problemas y hacer que sean más difíciles de resolver.
Meghan Markle quiere seguir casada pese a los problemas
Pese a todo lo dicho, los dos no pueden divorciarse. Les renta estar juntos y a Meghan Markle le gusta ser la esposa de un príncipe, pues le abre puertas a un mundo al que antes no tenía acceso. Es por esto que se teoriza difícil un divorcio entre los duques de Sussex. Juntos han hecho mucho dinero, juntando sus ganancias de podcasts, entrevistas y el libro del príncipe Harry.