La tumultuosa dinámica entre Meghan Markle, el príncipe Harry y la Familia Real británica continúa generando titulares y especulaciones, marcada por rumores de tensiones matrimoniales y los posibles obstáculos para que el rey Carlos III pueda disfrutar del contacto con sus nietos.
Desde hace tiempo, se ha especulado sobre una presunta crisis en el matrimonio de los duques de Sussex, una situación que ha impactado directamente en la posibilidad del rey Carlos III de estar cerca de Archie y Lilibet. Las dificultades parecen haber alcanzado un punto crítico, llevando al soberano a tender una mano de apoyo hacia su hijo, ofreciéndole la posibilidad de retornar a Londres con la condición de dejar atrás a Meghan Markle, a quien consideran como la única responsable de la tensión existente entre Harry y los Windsor.
A pesar de los deseos del monarca de estar presente en la vida de sus nietos, este objetivo se torna esquivo debido a la postura de la duquesa de Sussex, quien no está dispuesta a ceder fácilmente. Recientemente, se ha sugerido que la ex actriz de ‘Suits’ ha establecido un precio de 80 millones de dólares para permitir que Carlos III pueda tener contacto con Archie y Lilibet, en caso de que Harry regrese solo y se desvincule de su esposa mediante un divorcio.
Separación y conflictos: los patrones de vida de Meghan y Harry
Tom Bower, conocido por sus revelaciones sobre la realeza, afirmó que los duques de Sussex están llevando vidas cada vez más separadas. Se rumorea que Meghan Markle suele ausentarse varios días de la semana de su casa familiar en Montecito para hospedarse en el Beverly Hills Hotel. Por su parte, el hijo pequeño de Lady Di también habría seguido un camino similar al alquilar un piso de soltero donde escapa cada vez que necesita alejarse de las constantes peleas con su esposa. Vecinos han sido testigos de discusiones a gritos, lo que ha generado un ambiente tenso en su entorno cercano.
La frontera financiera: el precio de la independencia económica de Meghan Markle
Aunque la relación matrimonial se encuentra en una situación delicada, Meghan está decidida a no perder su estatus como duquesa y el reconocimiento público que le faltaba durante su tiempo como actriz. Es por eso que ha establecido una condición de 80 millones de dólares para dejar libre a Harry. Su intención es evitar que el monarca, a quien acusa de racismo según se reveló en la versión holandesa del libro 'Endgame' de Omid Scobie, obtenga fácilmente lo que busca, como la posibilidad de tener contacto con sus nietos y de reintegrar a Harry a la Casa Real. Esto significa que Carlos III deberá pagar una gran suma si quiere lograr su objetivo.
Pero, ¿por qué esa suma tan grande? Parece que Markle tiene en mente una serie de proyectos ambiciosos para asegurar su independencia financiera y el futuro de sus hijos. Entre las múltiples razones que podrían estar contribuyendo a la crisis en su matrimonio, se destacan los problemas económicos que podrían estar experimentando después de la ruptura de contratos lucrativos con Spotify y la cancelación de varios proyectos con Netflix.