Vivir en una familia real, con todos sus problemas diferentes a los cotidianos para el resto del mundo, es señal de una vida acomodada hasta el fin de tus días, seas heredero al trono o no, muy seguramente la última de tus preocupaciones será el dinero u otras cosas que generalmente serían un generador de preocupaciones para el ciudadano de a pie. Por lo mismo, a muchos les parecería una locura lo que hicieron el príncipe Harry y Meghan Markle, abandonar su posición en Reino Unido para buscar su propia libertad es algo que para unos parecerá poético y para otros una auténtica locura, pero la verdad es que a los duques de Sussex les ha salido bien la jugada, al menos económicamente.
Meghan Markle se ha beneficiado especialmente
La esposa del príncipe Harry dejó su vida de actriz para dedicarse a su vida royal, el resultado fue un ambiente en el cual tanto ella como el príncipe Harry eran oprimidos por su familia, que es el motivo por el cual decidieron irse, para “contar su versión” de todo lo que han vivido y la realidad detrás de la familia real, una que ha hecho temblar los cimientos de Buckingham, especialmente desde que el hijo menor de Carlos III publicó su autobiografía “Spare” a inicios de 2023. Además representó un éxito económico para el príncipe Harry pues vendió espectacularmente bien. Sin embargo, no fue el primer acierto de los duques de Sussex.
Tampoco es que toda la gloria le pertenezca a Harry, pues siempre lo han llevado más como un trabajo de pareja, y Meghan Markle también ha estado involucrada en su éxito. Juntos han aceptado ya contactos con plataformas de streaming como Netflix y Spotify, con la primera firmaron un contrato de 100 millones de dólares durante cinco años, mientras que con la segunda firmaron un contrato de podcast con una duración de 3 años, valorado en 18 millones de dólares.
Antes de casarse con el príncipe Harry, el patrimonio neto de Meghan Markle se estimaba en aproximadamente 5 millones de dólares, mientras que para contraste, el duque de Sussex estaba valorado en 20 millones de dólares, ahora, después de todos los contratos, entrevistas y proyectos futuros, el patrimonio de la duquesa de Sussex se estima en 60 millones, más de 10 veces su valor previo a su matrimonio, un rotundo éxito comercial y de imagen para la que una vez fue tratada como una “mujer americana divorciada” por Carlos III.
No es descabellada esta cifra pues en los últimos años el príncipe Harry y Meghan Markle han hecho unas compras bastante elevadas de precio, como la reforma que hicieron a su casa en Reino Unido de aproximadamente 3 millones de dólares, además de su propiedad de Montecito, California, valorada en 14.7 millones de dólares, sin lugar a dudas es un momento dulce en la vida de los duques de Sussex, y especialmente Meghan Markle, claro, dejando de lado todo tipo de crisis y polémicas.