Si bien es cierto que Meghan Markle, siendo como era una actriz, ya sabía lo que implicaba ser una persona hasta cierto punto famosa, su vida dio un giro radical el día en el que se hizo oficial su relación con Harry, el hijo pequeño del entonces Príncipe de Inglaterra,Carlos.
Como no podía ser de otra manera, y más en Inglaterra donde los tabloides y la prensa del corazón siempre se ha caracterizado por ser muy agresiva y en muchas ocasiones cruzar muchos límites, empezaron a aparecer informaciones de todo tipo respecto a la que iba a ser la futura mujer de Harry y, por lo tanto, miembro oficial de la familia real británica.
En este sentido, ahora ya alejada de Buckingham Palace, no han sido pocas las veces que Meghan ha apuntado en entrevistas que toda esa presión es la que le ha generado en muchas ocasiones ansiedad y problemas más serios.
Las migrañas de Meghan Markle
Sin embargo, ha sido también la propia Meghan la que ha reconocido en más de una ocasión que uno de sus problemas desde hace ya muchos años son las migrañas, un problema que no afecta a mucha gente pero que es de sobras conocido que no es precisamente un problema menor.
Fue en 2015, antes de que se conociera su relación con Harry, cuando apuntó en una entrevista que “Desde joven sufro unas migrañas que llegan a ser debilitantes". Así, si bien es cierto que nunca ha explicado cómo las combate, no es que sea ningún secreto que hay diferentes tratamientos para las migrañas, y que uno de ellos pasa por analgésico y antidepresivos, por lo que no sería de extrañar que, viendo además lo mucho que le afectó e du día la presión mediática, la aún mujer de Harry hubiese recurrido a los antidepresivos.
Falta saber ahora, y más teniendo en cuenta las noticias de los últimos meses en las que ya se habla de un posible divorcio, si las migrañas serán más o menos constantes respecto a épocas más tranquilas de su vida.