Según las palabras de Meghan Markle y el príncipe Harry: adoran Nueva York. De hecho, se podría decir incluso que adoran Estados Unidos, país al que hoy en día son mucho más cercanos y en el que no han tenido problemas de hacer una nueva vida sin ningún tipo de limitantes luego de haberse ido de Reino Unido.
Por este amor a Estados Unidos y a Nueva York, Meghan Markle y el príncipe Harry decidieron visitar el colegio público Mahalia Jackson. Esta visita la hicieron durante el 2021, aunque hay que tener en cuenta que esto no lo hicieron los duques de Sussex por deseo propio, sino que tenían un objetivo: primero, Meghan Markle iba a “promocionar” su libro infantil “The Bench”; segundo, se iban a realizar grabaciones para la docuserie de Netflix que lleva los nombres de los duques.
Es por esto que todos han señalado que dicha visita no fue desde el corazón, y mucho menos teniendo en cuenta que el colegio Mahalia Jackson es uno de los más pobres del barrio de Harlem. Casi todos los niños que estudian en dicho colegio tienen dificultades económicas, por lo que muchos no pudieron terminar de procesar lo que hizo Meghan Markle en su visita a este colegio.
La duquesa ordenó que el colegio se pusiera lo más cómodo posible para ella: cojines y alfombra roja
Ser duquesa no es sencillo, pues no todos los espacios están habilitados y cómodos para que puedas estar sin problemas. Eso lo sabe Meghan Markle, y por eso mandó a que la escuela se “habilitara” y se pusiera “cómoda”. Lo que ordenó la duquesa de Sussex fue que se colocaran cojines en distintos asientos del centro educativo y que también hubiera una alfombra roja para recibirla.
Lo segundo da de qué hablar, pero cualquiera pensaría que dichos cojines se quedarían en el colegio una vez Meghan Markle realizara su visita. Esto hubiera sido un gesto importante, ya que hubiera reforzado la comodidad de los niños estudiantes de la institución, pero no fue así. Meghan Markle mandó a retirar dichos cojines (y también la alfombra roja). Fue un gesto no bien visto y menos cuando muchos en la institución pensaron que la esposa del príncipe Harry tendría la amabilidad de dejar dichos cojines.
Se ordenó que nadie dentro de plantel hablara mal del matrimonio jamás
En vista de esto y de la actitud de Meghan Markle, se tuvo que sacar una cláusula por parte de los miembros del equipo del matrimonio para que nadie dentro del colegio hablara mal de los duques. Es decir, ningún alumno, profesor o miembro administrativo podía hablar públicamente mal de Meghan Markle o del príncipe Harry. Sin embargo, se sabe que esto se hizo más que nada por la ex actriz ya que el gesto que tuvo fue de todo menos bueno, además de que sus aires de grandeza le llevaron a poner una alfombra roja en la cual solo caminaría ella.