La reina Sofía, quien alguna vez fue una figura prominente en la familia real española, está experimentando un progresivo distanciamiento en su papel. La madre del rey Felipe VI está siendo relegada de manera constante en la vida diaria de la monarquía. Ahora es la reina Letizia quien ocupa el centro de atención. Con la princesa Leonor en la Academia Militar de Zaragoza y la infanta Sofía estudiando en el UWC Atlantic College en Gales, Letizia tiene más tiempo libre y ha decidido asumir el papel de reina en los actos protocolarios, tanto nacionales como internacionales. Por su parte, la emérita se limitará a eventos menos destacados o aquellos que Letizia no pueda o no quiera cubrir.
La exclusión de la reina Sofía no se limita solo a los actos públicos; también se refleja en su relación con sus nietas, especialmente en eventos en los que la princesa Leonor, heredera al trono, es la protagonista. La reina Sofía no estuvo presente en la graduación de Leonor en el internado de Gales, ni en la ceremonia de entrega de sable en la Academia Militar que tuvo lugar el 5 de septiembre, un evento que simboliza su título de dama cadete, otorgado oficialmente por el Consejo de Ministros.
El conflicto en torno a los actos de Leonor
Próximamente, se llevará a cabo la jura de bandera el 7 de octubre, y a pesar de la expresión de deseo de la reina Sofía de asistir en representación de la familia real, la respuesta ha sido negativa hasta el momento. La reina Letizia solo desea que asistan los padres de la princesa Leonor, es decir, ella y su marido, el rey Felipe VI. Sin embargo, la reina emérita Sofía no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados y hará todo lo posible para lograr su objetivo. En este sentido, sigue un patrón similar al de su esposo, Juan Carlos I, quien amenazó a su hijo, el rey Felipe, con no asistir al festejo del 18 cumpleaños de la princesa Leonor si no se le permitía participar en el acto principal de la jura a la Constitución de la princesa Leonor. A pesar de la insistencia del ex monarca, solo se le otorgó el permiso para asistir a la ceremonia privada que se llevará a cabo en los salones del palacio de El Pardo. En cuanto a la parte pública del evento, Letizia y Felipe VI consideran que su presencia representaría un desafío indeseado para la estabilidad de la monarquía.
Problemas pasados en la relación
Ahora bien, cabe destacar que los problemas de la reina Sofía para compartir tiempo con sus nietas no son nuevos. Según revelaciones de Pilar Eyre, en un momento Letizia contrató a una enfermera especializada para cuidar a las niñas cuando no estaban en casa, en lugar de encomendarle esta tarea a la abuela. Además, según la cronista, en una ocasión se le negó a la reina Sofía visitar a sus nietas con el argumento de que no estaba autorizada a hacerlo en ausencia de Letizia.
Se rumorea que la razón detrás de esta tensión es que Letizia nunca confió en que la reina Sofía siguiera sus indicaciones al cuidar de sus hijas, prefiriendo delegar esta responsabilidad en otras personas, como cuidadoras profesionales y su madre, Paloma Rocasolano, quien probablemente sí asista a la jura de bandera, ya que es la “abuela favorita”.