El escándalo desatado por las explosivas declaraciones de Jaime del Burgo ha sumido a la Casa Real en una tormenta de proporciones inesperadas, dejando a la reina Letizia en el centro de un huracán de acusaciones e interrogantes que amenazan con alterar el curso de la monarquía. Y es que, desde finales de noviembre, las revelaciones de Del Burgo han sacudido los cimientos de la institución real, desafiando no solo la imagen cuidadosamente construida por Letizia, sino también la estabilidad del matrimonio entre ella y el rey Felipe VI. Las acusaciones de infidelidad, lanzadas sin titubeos por el ex cuñado de la reina, han abierto una brecha en la percepción pública sobre la pareja real y han alimentado una narrativa de discordia y desconfianza.
Acusaciones explosivas: Infidelidades en la Casa Real
El relato de Del Burgo, plasmado inicialmente en el libro de Jaime Peñafiel "Letizia y yo", ha encontrado un nuevo eco en las redes sociales, donde el abogado ha compartido detalles adicionales que arrojan luz sobre la supuesta relación clandestina entre él y la reina. Sus afirmaciones apuntan directamente al corazón de la monarquía, acusando a Felipe VI de ser un “consentidor de infidelidades”, mientras cuestionaba la legitimidad del amor de Letizia hacia Felipe.
Pero más allá de las revelaciones de carácter personal, las declaraciones del ex de Telma Ortiz también revelan una profunda animosidad hacia la institución monárquica, a la que califica como una "dinastía de dictadores" que ha dominado España durante siglos. Sus palabras reflejan un resentimiento arraigado hacia la Casa Real y una determinación inquebrantable de desafiar cualquier intento de silenciamiento o represalia.
Otro de los aspectos más impactantes de las revelaciones de Del Burgo es la descripción de los encuentros clandestinos entre él y Letizia en diferentes ubicaciones, incluida la ciudad de Londres. Según su testimonio, estos encuentros no solo revelan la supuesta infidelidad de la reina, sino también la existencia de un plan para abandonar su matrimonio con Felipe VI y comenzar una nueva vida juntos en Nueva York. Detalles como la existencia de un "nido de amor" en la calle Miguel Ángel de Salamanca añaden una capa de intriga a la narrativa.
Conspiraciones en la sombra: Viajes a Londres y el rol del CNI
Sin embargo, lo que podría haber sido una sorpresa para muchos españoles no era desconocido para Juan Carlos I, quien, según rumores, siempre había desconfiado de la lealtad de Letizia hacia la Corona y su hijo. Se especula que el rey emérito ordenó al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) investigar a la reina, descubriendo así sus viajes secretos a Londres y sus encuentros con Jaime del Burgo, desencadenando así la crisis matrimonial en 2013. Felipe VI recibió información por parte del CNI acerca de los viajes de Letizia, dado el riesgo que representaba para la estabilidad de la Casa Real la divulgación de esta situación. En consecuencia, optó por mantener esta información confidencial, dando prioridad a la reputación de la Corona por encima de su propia satisfacción personal. Ahora, el manejo de la situación se ha tornado incontrolable y se le ha ido completamente de las manos.