Y la reina Letizia se ha convertido en uno de los principales valores de la institución en nuestro país. Si bien es cierto que durante los primeros años en los que mantuvo su relación amorosa con el entonces príncipe Felipe fueron muchos los medios que la atacaron y la criticaron por todo, entre otras cosas porque fueron precisamente sus futuros suegros, los entonces rey Juan Carlos I y Sofía, los que movieron hilos para intentar desacreditar la figura de Letizia, ahora la reina es uno de los principales motivos por los cuales la imagen de la monarquía española se está recuperando.
Y es que no es que sea precisamente ningún secreto que Letizia tiene muy claro cuál es su papel y, más allá de que sea una mujer moderna, es muy consciente de que la institución está por encima de todo, de ahí que siempre sepas muy bien como debe comportarse en según qué situaciones.
Eso sí, como suele ser habitual en estos casos, una cosa es su comportamiento en público y la otra en su comportamiento en privado, cuando, siendo también una mujer muy rígida muchos aspectos, suele estar más relajada y dejar ver su carácter más amable y afable.
La cena de los Reyes con Joaquín Sabina
Fue precisamente hace unos años cuando esa faceta más tranquila y relajada de Letizia se convirtió casi en un motivo de discusión con su entonces prometido Felipe. Con motivo de una cena organizada por los reyes en casa del cantante JoaquínSabina, un cantante al que la hoy reina siempre ha admirado, y una cena que acabó altas horas de la madrugada, el hecho de que el cantante no tuviera problema a la hora de invitar a bailar a la entonces prometida de Felipe no sentó nada bien el entonces príncipe, tal y como apunta Jaime Peñafiel en uno de sus libros.
“Se quedó un poco sorprendido y muy cortado cuando Sabina le pisó la oportunidad de ser él quien bailara con su prometida el tema compuesto para el día de la boda”, apunta el periodista, que añade el gesto del cantante así como el buen rollo entre Sabina y Letizia, que se mostró mucho más tranquila y relajada que en público, es algo que, tal y como apuntado el propio cantante, desde entonces Sabina no sea precisamente bien recibido en la Zarzuela.